Erazo, el ex rehén de las FARC, relata cómo se salvó de ser asesinado
En una entrevista con Cadena Caracol de Colombia, el sargento reveló que se salvó de ser ejecutado por olvidar las órdenes que le habían dado los guerrilleros ante un inminente ataque militar.
El ex rehén de las FARC Luis Alberto Erazo, rescatado el sábado en la selva por el Ejército, relató en una entrevista concedida a Cadena Caracol, integrante del Grupo Prisa, que se salvó de ser ejecutado como otros cuatro compañeros de cautiverio por olvidar las órdenes que le habían dado los guerrilleros ante un inminente ataque militar.
"Son unos mentirosos. En días anteriores el comandante 'Arturo' nos dijo que ante disparos no debíamos correr hacia afuera sino hacia adentro, para que ellos nos protegieran (...) Se me olvidó la consigna y yo corro y mis compañeros sí lo hacen hacia adentro. Eso fue lo que a mí se me olvidó y mis compañeros se fueron hacia allá y los asesinaron", contó este lunes el sargento de la Policía.
Los asesinatos de los cuatro rehenes -un militar y tres policías-, calificados como crímenes de lesa humanidad por la ONU y la OEA, fueron cometidos el sábado por los guerrilleros encargados de custodiar a los cautivos en un sector selvático del departamento sureño de Caquetá, ante el intento de rescate de efectivos del Ejército colombiano.
Los rehenes muertos son el sargento del Ejército Libio Martínez, quien había sido secuestrado el 21 de diciembre de 1997; el coronel Edgar Yesid Duarte y el capitán Elkin Hernández, raptados el 14 de octubre de 1998, y el intendente Alvaro Moreno, capturado el mismo día que Erazo. Los tres últimos pertenecían a la Policía.
Erazo narró que ese día todo estaba en calma cuando un guerrillero que lo vigilaba le hizo varios disparos que le causaron heridas en el rostro y el cuello, tras lo cual empezó a correr en dirección contraria a sus custodios. Después de un tiempo comprendió que lo habían tratado de matar ante la proximidad de las tropas y que sus compañeros fueron ejecutados porque en lugar de correr en sentido contrario se fueron con los guerrilleros.