En España, la Policía volvió a reprimir a los indignados. En este caso, fue en las inmediaciones de la Plaza de la Villa de Madrid. Allí está el antiguo Ayuntamiento, donde se celebró la sesión de investidura del alcalde de la capital española, Alberto Ruizgallardón.

Los agentes reprimieron a los manifestantes que realizaban un cacerolazo, tras finalizar la toma de posesión. Miles de personas llegaron hasta las sedes de todos los ayuntamientos del país.

Desde las primeras horas de la mañana, la Policía había cerrado todos los accesos a la Plaza de la Villa y un cordón policial cortó la Calle Mayor.