La reciente muerte de un soldado británico asesinado en las calles de Londres por dos presuntos islamistas generó una fuerte reacción en la sociedad del Reino Unido, con muestras de solidaridad en el lugar del crimen pero también de animadversión y hasta de violencia para con los musulmanes en distintas partes del país.

En un día feriado en el Reino Unido, los londinenses se acercaron hoy a Woolwich, en el sudeste de la ciudad, y dejaron mensajes para rendir tributo al efectivo Lee Rigby, quien fue degollado el miércoles pasado en este barrio a plena luz del día por dos jóvenes motivados al parecer por una visión extremista del islam.

Los sospechosos del ataque, identificados como Michael Adebolajo y Michael Adebowale, británicos de origen nigeriano, siguen bajo custodia en un hospital, adonde fueron trasladados tras ser baleados por la policía luego de asesinar a Rigby, de 25 años, con cuchillos de carnicero.

Adebolajo aparece en un video filmado por un testigo en la escena del crimen donde asegura que “hay musulmanes que mueren todos los días” y “con este soldado británico es ojo por ojo, diente por diente”.

“Ojo por ojo y el mundo acabará ciego”, señala, citando al pacifista indio Mahatma Gandhi, una de las cartas de apoyo dejadas junto a miles de arreglos florales sobre el paredón de la calle Artillery.

Entre banderas inglesas, tarjetas y camisetas del Manchester United, club del que era simpatizante Rigby, hay mensajes que coinciden en que tras el asesinato “la nación debe estar unida y no dividida”.

Es que la reacción contra los islamistas no tardó en llegar, y hoy simpatizantes del grupo de ultraderecha Liga de Defensa Inglesa marcharon por el centro de Londres con cánticos como "asesinos musulmanes fuera de nuestras calles".

El grupo nacionalista protagonizó ayer otra manifestación en Newcastle y en Grimsby, localidad del norte de Inglaterra, hubo un ataque con bombas incendiarias contra una mezquita.

“Desde que ocurrió el asesinato, que fue un acto barbárico, el número de ataques contra los musulmanes se incrementó”, denunció en declaraciones a Télam Zahid Iqbal, miembro de la organización Minhaj-ul-Quran, que desde una visión moderada del Islam trabaja por la paz y la integración.

Para buscar un acercamiento, algunos representantes de la asociación estuvieron hoy en Woolwich entregando copias de un libro escrito por su líder, Shaykh-ul-Islam, que “condena el terrorismo" y dice que "no hay lugar para esos actos en el Islam”.

“El ataque es utilizado como una excusa para demonizarnos, pero nosotros queremos promover el mensaje que somos parte de la misma sociedad”, indicó Iqbal.

Pero Linda, una londinense que fue a dejar su arreglo floral para homenajear al soldado Rigby, no estuvo de acuerdo: “Mucha gente viene a vivir a este país, gente que nos odia, pero se les da una casa, cobran beneficios y traman asesinarnos”.

“No les gusta nuestro estilo de vida y queman nuestras banderas”, agregó la mujer en declaraciones a esta agencia.

“A los musulmanes se les permite hacer demostraciones, pero cuando la Liga de Defensa Inglesa hizo su marcha la policía les saltó encima”, concluyó, mientras su amiga Margaret asentía con la cabeza.

En cuanto a la investigación, Scotland Yard arrestó hoy en el sudeste de la capital inglesa a otro sospechoso, un hombre de 50 años.

Fue la décima detención de la causa, con cuatro personas liberadas bajo fianza, dos que quedaron libres sin cargo y cuatro que permanecen presos o bajo custodia.

Por otro lado, el asesinato tiene sus ramificaciones políticas con cuestionamientos a los servicios de inteligencia británicos, que serán investigados por el Parlamento para analizar si datos que poseían sobre Adebolajo, extraditado de Kenia en 2010, eran suficientes para evitar el homicidio.

Los diarios británicos también criticaron hoy al primer ministro David Cameron, quien se fue a las playas españolas a pasar el fin de semana largo.

“¿Es Ibiza un lugar lo suficientemente relajado para usted?”, preguntó en su portada el diario Daily Mail, con una foto del político y su esposa tomando un café en la playa.

El periódico The Sun publicó la misma imagen y la contrapuso con el dolor de la esposa de Rigby, mientras el Daily Telegraph tituló: “Cameron está bajo fuego al emerger los errores del MI5”.