Exhumarán los restos de Neruda para saber si murió envenenado
Por orden del juez Mario Carroza, el 8 de abril se abrirá la tumba del legendario poeta para determinar si murió de cáncer de próstata, como se dijo siempre, o por una inyección letal, como denunció recientemente su ex chofer, Manuel Araya, según consignó Juan Avendaño, periodista de ADN Chile.
Los restos del legendario poeta chileno Pablo Neruda serán exhumados el próximo 8 de abril para determinar las causas reales de su muerte. Sus restos, que descansan en su mítica casa de Isla Negra, serán analizados por especialistas y observadores chilenos e internacionales. Sus restos descansan en Isla Negra.
El juez de la causa, Mario Carroza, ratificó que será el lunes 8 de abril cuando se practique la exhumación del cadáver de Neruda, en el marco de la investigación para saber si murió de cáncer, como se creía hasta ahora, o si fue envenenado por la dictadura de Augusto Pinochet, explicó por Continental Juan Avendaño, periodista de ADN Chile.
Los peritajes pretenden determinar el avance del cáncer de próstata que Neruda padecía en el momento de su muerte y también analizar si hay presencia de sustancias tóxicas en sus restos, explicó en La Mañana.
En la diligencia participarán cinco expertos del Servicio Médico Legal, incluido el propio Bustos; cuatro peritos de la Universidad de Chile y cuatro expertos internacionales. Entre ellos se encuentran la toxicóloga estadounidense Ruth Winecker y tres españoles, el toxicólogo Guillermo Repetto, el cirujano Aurelio Luna y el médico forense Francisco Etxeberría, que también participó en 2011 en la exhumación del presidente chileno Salvador Allende, muerto pocos días después del golpe de Estado de Pinochet, el 11 de septiembre de 1973.
Habrá, además, tres observadores internacionales: el argentino Morris Tidball y la alemana Alexandra Manescu, del Comité Internacional de la Cruz Roja, y la española Mercedes Salado. No se descarta enviar muestras óseas a Estados Unidos o a Europa si así fuera necesario.
Esta investigación judicial comenzó a mediados de 2011 a raíz de una querella presentada por el Partido Comunista (PC), al que Neruda pertenecía, después de que su antiguo chofer, Manuel Araya, denunciara que el poeta fue asesinado mediante una inyección letal por orden de la dictadura.