Indignación en EE.UU. por un error en la ejecución de un preso condenado a muerte
Cuando le aplicaban una inyección al condenado por asesinar a su novia, estalló una vena; el hombre estuvo 43 minutos luchando por respirar hasta que murió de un paro cardíaco
Un asesino condenado a muerte en Estados Unidos murió de un paro cardíaco tras sufrir durante casi una hora debido a una falla durante su ejecución en Oklahoma, una noticia que reabrió el debate sobre la pena de muerte en el país.
Clayton Lockett, de 38 años y que había matado a una mujer de 19 años, debía ser ejecutado ayer cerca de Oklahoma City con una inyección letal. Sin embargo, cuando le estaban inyectando uno de los tres medicamentos estalló una vena, señala el canal KFOR-TV.
El director de prisiones ordenó que se detuviera la ejecución, unos tres minutos después de iniciada la inyección, al constatar "el fracaso de la intravenosa".
Pocos minutos después de la inyección, el detenido inició un estado de sufrimiento, muy agitado, con el cuerpo tembloroso, emitía gruñidos y pronunciaba palabras incomprensibles, mientras luchaba por respirar. Así estuvo durante 43 minutos, hasta que un paro cardíaco lo llevó a la muerte.
Las autoridades judiciales de Oklahoma explicaron que el cóctel de medicamentos no actuó como se esperaba y que uno de ellos no llegó a entrar en el torrente sanguíneo del reo.
A partir de esta situación, el director de la cárcel resolvió inmediatamente aplazar 14 días la ejecución de Charles Warner, también prevista para ayer.
La última doble ejecución en ese estado del centro de Estados Unidos tuvo lugar en 1937.
Clayton Lockett fue condenado a muerte en 2000 por la violación y el asesinato de una joven que había secuestrado, golpeado y enterrado viva. Charles Warner fue condenado en 1997 por la violación y el asesinato de la hija de once meses de su compañera.
Ambos hombres habían obtenido en marzo pasado la postergación de sus ejecuciones por falta de anestésico para las inyecciones intravenosas.
Pero el estado logró aprovisionarse, cambió el procedimiento de ejecución y los dos condenados agotaron todas sus apelaciones. Sus abogados renunciaron, en la tarde, a presentar un último recurso ante la Corte Suprema.
La ejecución se realizó con un nuevo protocolo de inyección letal, que nunca se había probado. Este nuevo procedimiento incluye tres productos, un sedante, un anestésico y una dosis letal de cloruro de potasio.
"TORTURAS"
"Después de rechazar durante varias semanas dar detalles básicos sobre los medicamentos usados en los procedimientos de inyección letal esta noche, Clayton Lockett fue torturado hasta la muerte", denunció de inmediato Madeline Cohen, abogada de Warner.
"Debemos obtener respuestas completas sobre lo que falló. Debe haber una investigación independiente realizada por una tercera parte y no por las autoridades penitenciarias", exhortó la abogada de Warner en un comunicado después de la ejecución.
"También debe realizarse una autopsia por un técnico independiente y debe haber una transparencia total sobre las conclusiones", añadió la abogada.
"El estado debe revelar todas las informaciones sobre los medicamentos, incluido su grado de pureza, su eficacia, su origen y los resultados de todos los análisis", exigió Cohen, según quien "ninguna ejecución puede ser autorizada en Oklahoma mientras no haya más información acerca de la ejecución fallida de esta noche".
También la oficina regional de la organización estadounidense de derechos humanos ACLU condenó los procedimientos y sobre todo el secretismo de las autoridades sobre los medicamentos usados. "Nuestro estado se avergüenza ante la nación y el mundo", comentó un comunicado la ACLU.
Por su parte, la gobernadora de Oklahoma, Mary Fallin, ordenó una investigación de los hechos y suspendió las ejecuciones durante las próximas dos semanas, además de exigir la investigación sobre todo la dosis de las drogas inyectadas.
Agencias AFP y DPA