El alcalde de Roma, Gianni Alemanno, firmó una ordenanza municipal prohibiendo las manifestaciones por un período de un mes en todo el centro de la capital, tras los disturbios provocados por un grupo de radicales el sábado pasado durante la manifestación de los "indignados".

Según el texto promulgado, sólo se podrán desarrollar manifestaciones controladas y que no tengan ningún recorrido, es decir que se queden en el lugar. Además, las manifestaciones tendrán que realizarse en las áreas ya establecidas por la ordenanza, como la Plaza de la Boca de la Verdad, el Circo Máximo, la Plaza Farnese o la Plaza del Pueblo.

Esta medida provocó las protestas de la Federación de Empleados y Operarios Metalúrgicos (FIOM), que tenía previsto desfilar por las calles de Roma el próximo 21 de octubre. Por su parte, la Central General Italiana del Laboro (CGIL), a través de su presidenta Susanna Camusso, afirmó que la ordenanza "es una medida errónea que debe ser retirada".

El alcalde pretende así evitar que el grupo de anarquistas "Black Bloc", que el sábado pasado provocó los disturbios en Roma, se vuelvan a infiltrar en las manifestaciones. Según explicó Alemanno, la capital tendrá que "examinar" los reglamentos referidos a los permisos de las manifestaciones en el centro de la ciudad.