En Japón crece el riesgo nuclear y no logran frenar la fuga radiactiva en la central de Fukushima, cuya situación empeoró por nuevas explosiones.

Los trabajadores de la planta, que intentaban enfriarla, fueron rescatados por el aumento del nivel de radiación, luego de nuevos incendios.

Están dañadas las varillas de combustible en los reactores 1 y 2, del 3 sale humo blanco y en el 4 se produjo otro incendio que causó daños en la estructura del edificio.

Una nueva réplica del terremoto se registró este miércoles en la región de Kanto, donde se encuentra Tokio.

Tuvo magnitud 6 en la escala de Richter, con epicentro noventa y cinco kilómetros al este de la capital nipona.

Según las cifras oficiales, hay casi doce mil víctimas, entre muertos y desaparecidos.

Las radiaciones llegan a Tokio, por ahora en forma leve, pero parte de la población intenta trasladarse hacia el sur del país.

El gobierno japonés pide “calma y moderación en el acopio de comidas y combustibles”, para garantizar que haya suficiente.

El emperador Akihito habló al país, en su primer mensaje televisado en veintidós años, y se manifestó “profundamente preocupado” por la situación amenazante en la planta de Fukushima.

Se estima que serán necesarios ciento ochenta mil millones de dólares para reconstruir el país.

Necesitará el 3 por ciento de su producción económica anual para reparar los daños ocasionados por el terremoto y tardará al menos cinco años para recomponer las regiones azotadas.

El Banco de Japón ofreció otros ciento veintidós mil millones de euros al mercado y la Bolsa de Tokio se recuperó un 5,68 por ciento, luego del martes negro en el que perdió un 10,5%.

El Gobierno japonés apeló a la comunidad internacional y Corea del Sur enviará sus reservas de ácido bórico para estabilizar los reactores.

Los especialistas intentan evitar una reacción en cadena esparciendo ácido bórico desde helicópteros pero, hasta ahora, con resultados negativos.

En tanto, los países de Europa decidieron ajustar su programa nuclear para evitar episodios como el de Fukushima.

Alemania suspendió por tres meses el funcionamiento de las centrales atómicas y dispuso el cierre inmediato de las siete plantas anteriores a 1980.