Jubilados griegos tomaron un ministerio
Unos trescientos jubilados chocaron contra la policía antidisturbios y alcanzaron la oficina del ministro de Sanidad, Andreas Lykourentzos, quien, no obstante, se negó a recibirlos.
Cientos de jubilados griegos ocuparon el Ministerio de Sanidad, en el centro de Atenas, durante una manifestación en protesta por los ajustes en el área que les significan tener que pagar sus consultas médicas.
La protesta se realizó horas antes de que el ministro de Finanzas griego, Yánis Sturnáras, se entrevistase con su homólogo alemán, Wolfgang Schäuble, para presentarle el conjunto de recortes de gastos estatales que en los próximos dos años significarán un ajuste de 11.600 millones de euros.
Unos 300 jubilados protagonizaron choques con la policía antidisturbios cuando intentaron abrirse paso en el edificio y alcanzaron la oficina del ministro de Sanidad, Andreas Lykourentzos, quien no obstante se negó a recibirlos.
Los jubilados protestan por los planes del gobierno de seguir recortando sus atribuciones y beneficios y por la negativa de farmacéuticos y doctores a proporcionarles medicinas y tratamiento médico a crédito.
Médicos y farmacéuticos se niegan a aceptar créditos de la mayor institución de cuidado de salud estatal, EOPYY, alegando que el gobierno ya acumuló deudas durante meses.
La protesta de los jubilados precede a lo que se estima serán multitudinarias manifestaciones de los empleados estatales que ya anunciaron su “rotundo rechazo” al recorte de salarios y pensiones que irán desde un 6% hasta un 25 %, siendo la media un 13% y retroactiva a partir del 1 de Julio.
El actual gobierno conservador, que tiene el apoyo de socialistas del PASOK y de la izquierda moderada, y mayoría parlamentaria para aprobar los ajustes, propone continuar con jubilaciones anticipadas e imponer una “reserva laboral” por la que otros muchos cobrarían un 60% de su sueldo durante tres años.
En total, para 2015 el sector público deberá tener 150.000 empleados menos, algo que Grecia quiere conseguir con prejubilaciones y no con despidos.
La troika (Comisión Europea, Fondo Monetario Internacional y Banco Central Europeo), sin embargo, podría no aceptar parte de los recortes griegos, obligando a mayores ajustes como por ejemplo un posible aumento de la semana laboral de cinco a seis días.
Esta noticia enfureció aún mas a toda la oposición, comenzando por la Coalición Radical de la Izquierda (SYRIZA) y a los comunistas, totalmente contrarios a cualquier nuevo recorte e iniciativa que suponga volver a “condiciones laborales medievales”.