La Justicia argentina declaró que Turquía cometió genocidio en perjuicio del pueblo armenio.

Lo dictaminó el juez federal Norberto Oyarbide, en un histórico fallo con “entidad de sentencia definitiva”, por el asesinato de un millón y medio de personas entre 1915 y 1923.

Además, Oyarbide, quien tramitó la causa a partir de la denuncia de Gregorio Hairabedián, un descendiente de armenios que le reclamó al Estado turco que informe sobre la suerte corrida por sus familiares.

El fallo constituye la primera sentencia en el mundo en que se aplica el concepto de “jurisdicción universal” en el caso del pueblo armenio.