Kerry: "Los separatistas pro rusos muestran una falta de respeto atroz por la dignidad humana"
El secretario de Estado norteamericano, John Kerry, lamentó hoy que diez días después del derribo del avión de pasajeros en Ucrania no se permita el acceso pleno al lugar.
"Los investigadores todavía no tienen pleno acceso al lugar" del siniestro, afirmó Kerry en una comparecencia conjunta en Washington a su homólogo ucraniano, Pavlo Klimkin.
"Es tremendamente importante que los separatistas se retiren y permitan que haya acceso", subrayó Kerry, en referencia al lugar donde se estrelló el 17 de julio un avión de Malaysia Airlines con 298 pasajeros a bordo, que según la inteligencia estadounidense fue derribado por un misil tierra-aire.
"Todavía no se puede asegurar que se recuperaron todos los restos de víctimas y esa es una carga insoportable para cualquier familia y un comportamiento inaceptable", insistió Kerry.
"Las víctimas del siniestro y sus familias merecen una investigación exhaustiva y sin impedimentos", dijo el secretario de Estado, quien afirmó que las familias necesitan saber que sus seres queridos son tratados "con respeto".
El jefe de la diplomacia estadounidense reiteró que Estados Unidos apoya "una amplia investigación sobre este acto atroz" y respalda los esfuerzos de malayos, holandeses y australianos para ayudar a los ucranianos a asegurar el lugar del siniestro y que pueda tener lugar la investigación.
Asimismo, reclamó que Rusia recurra a su "considerable influencia" entre los separatistas para garantizar su cooperación y lamentó que los rusos y "sus así llamados voluntarios" sigan enviando armas, financiación y personal a los rebeldes en Ucrania.
Y en ese sentido afirmó que los ucranianos están listos para aceptar un alto el fuego ahora mismo y recordó que pusieron sobre la mesa un plan de paz que incluye un "diálogo sustantivo" con los separatistas prorrusos.
Finalmente, Kerry advirtió que si "Rusia continúa por el mismo camino" no dejará otra alternativa a la comunidad internacional que la de imponer castigos todavía más duros.