Los investigadores que se ocupan del accidente del avión de Air France que se estrelló el 1 de junio de 2009 cuando cubría el vuelo Río de Janeiro-París denunciaron hoy que el aparato se precipitó al mar con 228 personas a bordo porque los pilotos cometieron varias fallas, al no saber “reaccionar bien” ante los problemas que experimentó el avión.

Tras analizar el contenido de las cajas negras recuperadas en el Atlántico, la Oficina de Investigaciones y de Análisis (BEA), encargada de las pesquisas técnicas, afirma que los pilotos no supieron reaccionar bien ante los problemas que experimentó el avión.

Se referían, sobre todo, a las indicaciones de pérdida de velocidad, una circunstancia para la que no estaban entrenados.

En el accidente murieron 228 personas. Según el informe de la BEA, ninguno de los dos copilotos -a los mandos mientras el piloto descansaba- había recibido entrenamiento a gran altitud.

Por eso ejecutaron una maniobra incorrecta, levantando el morro en lugar de haciéndolo descender.

Air France, por su parte, indicó en un comunicado que "nada permite hasta ahora cuestionar las competencias técnicas de la tripulación".