La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) acusó al gobierno de Nicolás Maduro de llevar a cabo una feroz represión tras las elecciones presidenciales del 28 de julio pasado, con "al menos 25 asesinatos, decenas de desapariciones forzadas breves, unas 2.000 detenciones arbitrarias, torturas y tratos crueles, inhumanos y degradantes".