La ONU denunció que el conflicto en Ucrania ya dejó más de 6.000 muertos
Ese es el saldo desde que empezó el conflicto separatista que golpea a la región hace casi un año y que dejó una "inmisericorde devastación de vidas civiles e infraestructura".
La cifra, que incluye civiles y militares, integra un informe hecho público en Ginebra por Zeid, elaborado a partir de datos relevados por observadores en Ucrania, que subraya que entre inicios de diciembre y mediados de febrero se produjo el período más violento del conflicto", iniciado a mediados de abril de 2014.
El texto documenta "exactamente 5.809 casos de muertos y 14.740 heridos", sin embargo, explica que en vista de que está pendiente la estimación de las víctimas en los combates más recientes, puede afirmar que el número de fallecidos "ha superado los 6.000, entre civiles y personal militar".
El número de víctimas registradas entre inicios de diciembre y mediados de febrero -coincidiendo con el alto el fuego- es de 1.012 muertos y cerca de 3.800 heridos, de acuerdo al relevamiento.
Centenares de civiles y efectivos militares murieron sólo en las últimas semanas tras la intensificación de la lucha, en particular
cerca del aeropuerto de Donetsk y en la región de Debaltsevo, afirmó el Alto Comisionado, citado por la agencia de noticias EFE.
En ambos lugares ocurrieron los más graves y recientes enfrentamientos entre los rebeldes y el Ejército, antes y poco después de la entrada en vigor, hace dos semanas, de un acuerdo de alto el fuego.
"Más de 6.000 vidas se han perdido en menos de un año debido a los enfrentamientos en el este de Ucrania. Es imperativo que todas las partes cumplan con los Acuerdos de Minsk" reza parte del texto.
Zeid se mostró asimismo preocupado por los recientes ataques en Jarkov y Odessa, y otro que se sospecha ocurrió en Mariupol, el pasado 24 de enero, y advirtió que si nuevos actos similares ocurren pueden indicar "un capítulo nuevo y más mortífero en este conflicto".
Se trata del noveno informe sobre derechos humanos preparado por los observadores de la ONU, que trabajan de forma i
independiente de la misión que también tiene en Ucrania la Organización para la Cooperación y Seguridad en Europa (OSCE), a cargo de supervisar el actual alto el fuego.
Hoy, el canciller ruso, Serguei Lavrov, y el secretario norteamericano de Estado, John Kerry, celebraron un encuentro sobre Ucrania en un hotel de lujo en Ginebra, tras darse brevemente la mano delante de los fotógrafos y las cámaras de televisión, en un ambiente tenso.
Tras la cumbre, Kerry transmitió a Lavrov la necesidad de que los dirigentes rusos y los líderes separatistas en el este de Ucrania contribuyan al cumplimiento pleno del reciente acuerdo de alto el fuego, según explicó en rueda de prensa.
"Reiteré la urgencia de que los líderes rusos y separatistas apoyen la implementación de todas los compromisos en el Acuerdo de Minsk, en todos los lugares, incluido en Devaltsevo, fuera de Mariupol y en otras áreas estratégicas", dijo en funcionario.
Kerry agregó que durante ese diálogo con su homólogo ruso enfatizó que si continúan los incumplimientos del acuerdo y situaciones "como la de no saber a dónde (los separatistas) están moviendo su armamento pesado", entonces habrá "inevitables consecuencias" para la economía rusa.
También Lavrov reiteró el llamado a todas las partes a cumplir los acuerdos de Minsk, y pidió a los dirigentes de Kiev que se distancien del denominado "partido de la guerra" y de los sectores extremistas, en pos del establecimiento de una paz duradera y el consenso en ese país.
Luego criticó los planes de suministro de armamentos por Estados Unidos, apoyados por los círculos republicanos y demócratas en el Congreso "con carácter destructivo y en desmedro de los intereses del pueblo ucraniano", enfatizó.