La policía desalojó el principal campamento pro democrático de Hong Kong y detuvo a 200 personas
Muchos de los activistas arrestados prometieron continuar su lucha por un sufragio universal sin restricciones.
"Lo importante hoy no son los arrestos, sino poder demostrar a la sociedad que resistimos hasta el último momento por conseguir democracia real para Hong Kong y que aquí seguiremos", afirmó Alex Chow, uno de los líderes estudiantiles de las históricas protestas, poco antes de ser detenido.
Chow explicó que estos dos meses de revueltas son sólo un primer paso. "Seguiremos, ahora desde una labor más comunitaria. Yendo a los barrios y mentalizando a la gente sobre la importancia de una democracia real para Hong Kong", agregó.
La operación policial en Admiralty, distrito financiero de la ex colonia británica, duró 12 horas, durante las cuales los agentes arrestaron a activistas, líderes estudiantiles y legisladores que, pese a no querer desmantelar los campamentos, tampoco se resistieron a las autoridades.
Más de un centenar de manifestantes quedaron acorralados en Harcourt Road, la calle donde se concentró la mayor parte del movimiento, cuando cientos de policías, desde diferentes frentes, invadieron la zona y advirtieron a los miembros del movimiento de protesta que abandonaran las calles o serían arrestados.
La policía dijo que 209 personas fueron detenidas por celebrar una reunión no permitida y por perturbar la labor de los agentes del orden.
Entre los detenidos, el caso más llamativo fue el del "tío Wong", un hombre de 80 años que gritaba "quiero sufragio universal verdadero", mientras era sacado por la policía en silla de ruedas.
"Volveremos" y "Esto es solo el principio", proclamaban las pancartas gigantes que por la mañana fueron retiradas junto con alrededor de 2.000 carpas por centenares de trabajadores de limpieza.
La policía desplegó decenas de vehículos en la zona, incluyendo camionetas blindadas con cañones de agua, al tiempo que cientos de agentes estaban equipados con material antidisturbios.
La denominada "Revolución de los Paraguas" cumplió hoy 75 días de sentada callejera en reclamo de elecciones verdaderamente libres en lugar de la reforma planteada por China, que permite el voto ciudadano aunque limita la elección de los candidatos a dos o tres seleccionados previamente por un comité de Beijing.
El desalojo de hoy responde al fallo judicial dictado tras la demanda de una empresa de colectivos, que alegó sufrir grandes pérdidas por el corte del tráfico en las calles tomadas por las protesta.
El vocero del Ministerio de Asuntos Exteriores chino, Hong Lei, sostuvo hoy que el movimiento Occupy Central es "ilegal" y que los gobiernos de Hong Kong y Beijing "tienen todo el derecho de llevar este caso de acuerdo a la ley para restablecer el orden social y la estabilidad".
Además, reiteró que China "se opone con firmeza a la interferencia de cualquier organización o país extranjero" debido a que "los asuntos de Hong Kong son enteramente temas chinos".