Las FARC aseguran que no pactaron beneficios a cambio de liberar a los secuestrados
Lo aseguró el líder guerrillero Jorge Torres Victoria, alias Pablo Catatumbo, quien además reiteró la necesidad de que el gobierno acepte un cese del fuego bilateral.
"Desde el comienzo hemos dicho que es un gesto de buena voluntad, una contribución que busca generar un ambiente que aclimate la situación para generar las conversaciones más tranquilamente", refirió Catatumbo en entrevista con RCN Radio desde La Habana, donde ejerce de negociador del grupo subversivo.
El general Rubén Darío Alzate, junto con el cabo Jorge Rodríguez y la abogada Gloria Urrego, que permanecen cautivos por la guerrilla desde el domingo, serán liberados "lo antes posible", informaron ayer desde La Habana portavoces de los países garantes, Noruega y Cuba.
Junto a ellos, también serán liberados los soldados Cesar Rivera y Jonathan Díaz a través un operativo coordinado por el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) en una fecha no divulgada y que Catatumbo aseguró desconocer.
"Seguramente lo haremos lo más pronto que se pueda, pero hay que tener en cuenta que los tiempos de Colombia son distintos a los de La Habana. Nuestra voluntad es que se haga lo más pronto posible", apuntó, según reprodujo la agencia Efe.
Por el secuestro del general, el presidente Juan Manuel Santos decretó la suspensión de los diálogos de paz, que ayer cumplieron dos años en medio de la peor crisis desde el inicio de las conversaciones.
El negociador de las FARC insistió en que la retención de Alzate no es un secuestro sino "una acción militar" como consecuencia de negociar en medio del conflicto armado.
"Lo mismo habría ocurrido si un comandante de las FARC está en un caserío y lo detiene la autoridad militar", argumentó Catatumbo, que dijo que "para cualquier analista imparcial que conozca de situaciones como esta, no sería un secuestro".
Añadió, además, que haber acordado la liberación cuatro días después de haber hecho cautivos al general y a sus acompañantes "demuestra que hay una gran cadena de mando" en el grupo guerrillero, que mantiene a la mayoría de sus altos mandos en La Habana para negociar con el gobierno.
"El hecho que hayamos podido trasladar comandantes de la categoría de los que hay aquí y que cuando hay incidentes los podamos resolver de manera pronta demuestra que hay una gran cadena de mando", destacó.
En este sentido, aseguró que la "mala impresión" en la gestión de esta crisis vino por parte de las Fuerzas Militares, que, a su juicio, mostraron "una gran falta de institucionalidad" al haberse filtrado por miembros ajenos al Gobierno el secuestro de Alzate.
Catatumbo afirmó que "este incidente demuestra que cuando se quiere se puede" y que es posible bajar la intensidad de la violencia en el país.
Frente a la negativa expresada por el gobierno colombiano a un cese del fuego bilateral, evaluó que se pueden "tomar medidas frente al uso de explosivos", así como "pactar ceses bilaterales al fuego parciales".
"Si no es posible el cese al fuego bilateral por lo menos que se instrumenten mecanismos que nos permitan resolver una crisis como esta. Es una muy mala imagen el suspender los diálogos cada vez que se produce una confrontación", indicó.
Tras reiterar su deseo de retomar las negociaciones, Catatumbo pidió cautela a la hora de establecer una fecha para firmar la paz, que Presidencia confía en alcanzar en 2015.
"Es la aspiración, ojalá, pero hay que ser realistas, eso depende de la voluntad política del Gobierno, de la participación de la sociedad, de muchas cosas. Depende que seamos capaces de derrotar a los sectores militaristas, guerreristas, que sólo ven en la vía militar la solución a nuestros problemas", concluyó.