En medio de un impresionante operativo de traslado, el sacerdote español Miguel Pajares, de 75 años, primer europeo contagiado con el virus del ébola desde que estalló la epidemia que afecta a África Occidental, llegó hoy a Madrid junto a una monja con pasaporte español, a bordo de un avión del Ejército medicalizado que aterrizó en la base de Torrejón de Ardoz, desde donde fueron conducidos en dos ambulancias al hospital Carlos III.

Según informó el Ministerio de Defensa español, el avión aterrizó a las 8.10 (3.10 hora argentina), varias horas después de lo previsto debido a retrasos en el transporte del sacerdote desde el hospital en el que se encontraba internado en la capital de Liberia.

"Ha venido estable, está febril y no tiene hemorragias", informó el consejero (ministro regional) de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Francisco Javier Rodríguez Rodríguez en una rueda de prensa, en base al primer informe médico tras la llegada.

"El cura está en una situación estable", mientras que la monja ecuatoguineana con pasaporte español, Juliana Bonoha, que también viajó con el sacerdote, "está en muy buen estado general", insistió, por su parte, el gerente del hospital Carlos III, Rafael Santamaría, en la misma comparecencia ante los medios. La religiosa dio negativo en los test del ébola en Liberia, pero "se le van a repetir aquí los test y si se confirma que no tiene el ébola se le dará de alta", añadió Rodríguez.

Pajares se convierte también en el primer infectado que aterriza en Europa, después de que Estados Unidos repatriara también a un médico contagiado. Es en ese sentido en el que titulaban hoy los principales medios españoles.

Tanto el cura como la monja fueron trasladados en dos cápsulas aislantes, que fueron introducidas en las ambulancias sin que ninguno de los dos religiosos haya tenido contacto con el exterior.

"Han sido transportados dentro de la cápsula al hospital y en estos momentos están en salas de aislamiento por la seguridad de otros pacientes, de otras personas y del personal médico", añadió el consejero madrileño.

Pajares, superior del hospital católico San José de Monrovia, se contagió al cuidar del director del centro, el camerunés Patrick Nshamdze, que murió el sábado pasado.