En Londres, manifestantes y policías se enfrentaron durante una marcha multitudinaria contra el ajuste salvaje del primer ministro David Cameron, el recorte de gastos sociales más grandes desde el establecimiento del Estado de Bienestar por los laboristas, tras la Segunda Guerra Mundial.

La movilización fue liderada por la Trade Union Council, la central sindical.

Cameron impuso recortes de unos ciento treinta mil millones de dólares en gastos sociales y cientos de miles de empleos públicos, y los trabajadores reclaman que, para mitigar el enorme déficit estatal, se creen nuevos impuestos “contra los bancos que crearon la crisis”, así como eliminar exenciones tributarias a grandes empresas.

Maestros, enfermeras, miembros del Servicio Nacional de Salud (NHS, siglas en inglés), trabajadores de ayuntamientos y otros empleados del sector público se han unido a estudiantes y jubilados.