La policía chilena dispersó a cientos de escolares que este jueves pretendían realizar por el centro de Santiago una marcha que había sido prohibida por el gobierno y detuvo a más de 520 manifestantes.

En el marco de las reiteradas protestas estudiantiles que buscan el fortalecimiento de la educación pública, la jornada de jueves comenzó con el alumnado levantando barricadas en 13 puntos de la ciudad capital del país trasandino con neumáticos y maderas encendidas.

Las autoridades dispusieron un millar de uniformados para evitar la marcha pero finalmente los escolares acapararon la Plaza Italia, en la zona céntrica, donde fueron reprimidos con gases lacrimógenos y carros lanza-agua.

Hay, al menos, una decena de agentes heridos mientras que ya suman 527 los estudiantes detenidos.

Mientras, otros 200 estudiantes intentaron tomar un canal de televisión privado de Chilevisión con la exigencia de salir al aire para expresar sus demandas, pero luego desistieron de llevarlo a cabo.

Estos últimos disturbios se suman a huelgas de hambre y la ocupación de cientos de colegios y universidades que protagonizaron los alumnos en un conflicto que lleva dos meses.