Michoacán, el pueblo mexicano gobernado por los narcos
Hace unos cuatro meses el cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG) se hizo con el control de todo Aguililla y el municipio es el epicentro de la violencia incontrolable en México
Hace algunos días México demandó a fabricantes de armas de EE.UU. por facilitar el tráfico ilegal El Gobierno mexicano cree que de esta manera se favoreció a los carteles y busca una indemnización por daños que será definida por el tribunal, pero que podría alcanzar el 2% del PIB de México.
Sin embargo, el conflicto está muy lejos de apaciguarse y Michoacán es un claro ejemplo. Porque cuando hace unos cuatro meses el cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG) se hizo con el control de todo Aguililla, los vecinos cuentan que su municipio se transformó en un campo de batalla.
Lamentablemente para los pobladores de este municipio mexicano que se ha convertido desde hace tiempoen epicentro de la violencia en el estado de Michoacán y de la lucha entre carteles por conquistar su territorio.
"En los últimos diez años se habrá desplazado a tres carteles y, cada vez, se monta una revuelta en el pueblo. Cuando sacan a uno, otro quiere meterse. Es un cuento de nunca acabar", comentan los habitantes.
El infierno que viven a diario los miles de vecinos, los obligó a huir de sus propios hogares tras quedar enclavados en medio de lo que describen como una auténtica zona de guerra.
El bloqueo de la principal carretera que une Aguililla con Apatzingán es de hecho una de las consecuencias más dramáticas del enfrentamiento entre carteles para la población, que quedó prácticamente atrapada en el municipio desde que la situación empeoró en los últimos meses.
Cerca de la entrada a Aguililla se ubica un retén armado del CJNG para tratar de impedir la entrada del grupo rival. Algo más lejos se encuentra otro filtro de sus rivales de Carteles Unidos, a los que los vecinos acusan de impedir la entrada de víveres al pueblo para presionar al cartel dominante, pero que también repercute en la población que no tiene nada que ver con ellos.
Esta asfixia hacia los vecinos se ha traducido ya incluso en muertes. "No podemos sacar a los pacientes graves. Aquí no podemos atender urgencias y ya se han muerto al menos un niño y dos adultos tras esperar dos o tres horas en el filtro y que no los dejaran pasar a la ciudad", denuncia la doctora Bedolla.
Ante la dificultad de introducir alimentos y medicamentos a Aguililla por los retenes y las numerosas zanjas cavadas, el sacerdote Gregorio López lidera desde su fundación El Buen Samaritano, en la vecina Apatzingán, el envío de víveres a Aguililla y el refugio en albergues de cientos de vecinos desplazados del pueblo
Más conocido como "padre Goyo", el religioso intenta hacer llegar al pueblo unas mil despensas cada semana, generalmente con apoyo del Ejército para hacerse paso por la carretera.
La elección de Aguililla como escenario de enfrentamientos entre carteles tiene mucho de simbólico: Aguililla es el lugar donde nació Nemesio Oseguera Cervantes, alias el Mencho, líder del sanguinario CJNG y uno de los narcotraficantes más buscados por México y Estados Unidos.
Pero además, su ubicación estratégica entre montañas lo han hecho desde hace décadas un ansiado botín de los grupos criminales.