En Moscú, rige el alerta máxima luego del atentado que produjo treinta y cinco muertos en el aeropuerto de Domodédovo.

El presidente Dmitri Medvedev ordenó controlar todas las terminales de trenes, ómnibus y aviones.

Además creó un grupo especial para investigar en qué circunstancias ocurrió la explosión, que también generó ciento setenta heridos.

Ningún grupo separatista se adjudicó el ataque, aunque todo apunta que se trató de un atentado suicida, aparentemente cometido por una pareja.

Por Continental, el encargado de negocios de la Embajada argentina en la Federación Rusa confirmó que, “aunque en la nómina de fallecidos son varios los extranjeros, no hay argentinos entre las víctimas”.

La agresión “se produjo en la salida del espigón internacional, en la parte de arribos”, reseñó José María Venere en Magdalena Tempranísimo.