Nicaragua inició la construcción de su canal interoceánico pese a las protestas sociales
El gobierno de ese país inauguró las obras para la construcción de su canal valuado en 50.000 millones de dólares, con la aspiración de movilizar un 5% del comercio internacional.
Con una ceremonia simbólica y adelantada cinco horas en el departamento sureño de Rivas, en el Pacífico, a la que sólo tuvo acceso la prensa estatal pese a haber sido invitados todos los medios locales e internacionales, el gobierno y la concesionaria china HKND Group dieron por inaugurados los trabajos preparatorios de la vía acuática.
"Nicaragua, con este Gran Canal, aspira a mover el 5% de lo que el comercio internacional hoy por hoy mueve por los mares", dijo anoche el vicepresidente Moisés Omar Halleslevens durante la ceremonia de inicio de los trabajos.
El Ejecutivo espera que, con el inicio de la construcción del canal, aún más amplio que el de Panamá, se eleve el crecimiento del producto interno bruto (PIB) de entre el 4% y el 5% a 10,8% en 2015, y hasta 15% en 2016.
El vicepresidente señaló que la vía acuática no solo transformará la historia y la geografía de Nicaragua, sino también "y de manera radical, su economía".
Las obras preparatorias incluyen la construcción de las rutas de acceso a los lugares de excavación y de algunas instalaciones necesarias para acometer el proyecto de la vía interoceánica, según el plan oficial.
Halleslevens, quien presidió la mesa junto al empresario chino Wang Jing, propietario de HKND Group, explicó que están iniciando con "esas obras de aseguramiento, que nos van a permitir posteriormente dar comienzo a obras mayores", en alusión al canal.
"El canal va a ayudar a que el intercambio comercial entre el este y oeste sea más profundo y el intercambio cultural se enriquezca", indicó, por su parte, el empresario chino.
"Deseo éxitos a los 100 años del Gran Canal de Nicaragua", exclamó Wang Jing, quien sostuvo que la construcción de ese vía acuática garantizará el "sagrado tema de la protección del medioambiente".
Mientras se daban por inauguradas las obras, decenas de nicaragüenses que residen en los lugares donde está previsto que pase la ruta se manifestaron ante los posibles desalojos y expropiaciones de que pueden ser víctimas.
Los vecinos del departamento de Rivas, que se verán desplazados de sus tierras, mantuvieron bloqueos esporádicos en la vía pública, donde quemaron neumáticos, usaron morteros artesanales y lanzaron gritos en contra del proyecto.
En tanto, una coalición de organizaciones no gubernamentales criticó que la construcción del canal se haya iniciado sin estudios de impacto ambiental aprobados, y advirtió que la obra pone en riesgo "a toda la población del país".
"Iniciar la construcción de las obras atinentes del canal interoceánico sin que las autoridades nacionales hayan conocido y aprobado los estudios de impacto ambiental y de factibilidad es contrario a las más elementales prácticas ambientales y técnicas nacionales e internacionales", argumentó el Grupo Cocibolca en un pronunciamiento.
El escritor y ex vicepresidente Sergio Ramírez calificó como un "día trágico" para Nicaragua el inicio de las obras, porque con ello se está entregando la "soberanía" a una "potencia extranjera".
El canal, de 278 kilómetros de largo, y cuyo ancho será de entre 230 metros y 520 metros, con una profundidad de hasta 30 metros, partirá desde la costa pacífica de Brito, en el suroeste de Nicaragua, y llegará a la desembocadura del río Punta Gorda, en el Caribe, tras atravesar el Gran Lago en 105 kilómetros, según el plan oficial.
Además de excavar el canal, HKND Group tiene previsto construir rutas, dos puertos, un lago artificial, un aeropuerto, un complejo turístico, una zona de libre comercio y fábricas de acero y de concreto.
La construcción de toda la obra, que durará unos siete años y costará alrededor de 50.000 millones de dólares, requerirá 50.000 trabajadores de ese sector y ofrecerá 200.000 empleos, según los datos oficiales.