Largas filas de pasajeros se observaban esta mañana en las estaciones de subte y en las paradas de colectivos de Río de Janeiro, donde los trabajadores del sector iniciaron a la medianoche una huelga parcial que no afectó a toda la flota. Se trata del tercer paro del transporte público en menos de un mes en Río de Janeiro, que será la principal sede del Mundial y escenario de la final del 13 de julio.

En Salvador de Bahía, ciudad con más de 2,5 millones de habitantes y principal capital del nordeste, se cumple hoy el tercer día de paro. En Sao Luiz de Maranhao, capital del estado nordestino de Maranhao, los choferes y cobradores iniciaron hoy el séptimo día de una medida de fuerza que afecta al 100 por ciento del servicio de colectivos.

Por otra parte, los gremios de trabajadores del transporte de Río de Janeiro y San Pablo anunciaron la realización de paros por tiempo indeterminado en las próximas semanas si sus demandas no son satisfechas. Los maestros de San Pablo y Río de Janeiro ratificaron las huelgas que están en curso desde hace cerca de un mes, al igual que varios sectores de la administración pública federal.

En tanto, el gobierno de la presidenta Dilma Rousseff interpuso una acción cautelar y obtuvo un fallo favorable de la Justicia que declaró ilegal un eventual paro de la Policía Federal previsto para la Copa del Mundo, cuyo inicio será el 12 de junio en San Pablo
con el partido Brasil-Croacia.  

Mientras tanto, los operarios del subte de San Pablo, la mayor y más poblada ciudad de Brasil, anunciaron hoy una huelga el 5 de junio, una semana antes del comienzo del Mundial. El Sindicato de los Operarios de Subte, que reclaman un aumento salarial del 35,47 por ciento frente al incremento del 7,8 propuesto por la Compañía Metropolitana de San Pablo, tomó la decisión en una asamblea realizada en la capital paulista.