A las 8,46 hora local (9,46 hora argentina), momento en que el primero de los aviones impactó contra la Torre Norte, el presidente de los Estados Unidos, Barack Obama; la primera dama, Michelle, y la ex familia presidencial, George y Laura Bush, guardaron un minuto de silencio marcado por una sola campanada.

Previamente, el alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, recordaba la mañana de hace diez años que, como este domingo, amaneció soleada.

"Diez años han pasado desde que una mañana de perfecto cielo azul se convirtió en el día más negro" de los Estados Unidos, dijo Bloomberg.

A continuación, los familiares de las víctimas comenzaron a leer los nombres de las 2.983 víctimas que dejaron aquel día, los atentados cometidos con tres aviones comerciales.

"Eran nuestros vecinos, nuestros amigos, esposos, mujeres, hermanos, hermanas y padres, eran los que corrieron a ayudar", señaló Bloomberg al dar paso a la lectura de los nombres de las víctimas.

"Cada uno tenía una cara, una historia, una vida cercenada antes de tiempo", agregó.

Antes de que se iniciara la ceremonia oficial, la pareja presidencial y sus antecesores en la Casa Blanca se habían reunido frente a un espejo de agua, donde se ubicaba la torre norte del World Trade Center.

"Hace diez años, los estadounidenses comunes nos demostraron el verdadero significado del coraje, cuando corrieron por las escaleras de aquellos rascacielos, en medio de las llamas", recordó Obama en su alocución semanal por radio e internet.

"Como lo demostramos nuevamente este fin de semana, permanecemos vigilantes. Haremos todo cuanto esté en nuestro poder para proteger a nuestro pueblo", subrayó.

"Una década después del 11/9, está claro para todo el mundo que los terroristas que nos atacaron en esa mañana de septiembre no tuvieron éxito por el carácter de nuestro pueblo, la resistencia de nuestra nación y la resistencia de nuestros valores", agregó el mandatario.

A 10 años de los atentados, los actos conmemorativos se concentraron en los tres lugares que fueron atacados: donde se alzaban las abatidas Torres Gemelas, en el Pentágono y en la zona rural donde el vuelo 93 de United Airlines se estrelló.

De acuerdo con los planes oficiales, Obama tiene previsto asistir a las ceremonias en los sitios de los tres ataques y debía hablar el domingo por la noche en el Kennedy Center, de Washington.

Mientras tanto, miles de estadounidenses se reunían para orar en las catedrales y centros religiosos de las grandes ciudades, y depositar rosas frente a las estaciones de bomberos en los pueblos pequeños para recordar el ataque más devastador sufrido por los Estdos Unidos en su territorio.

Al igual que en conmemoraciones anteriores, los rezos eran acompañados por las campanas que volvían a tañir para lamentar las pérdidas humanas que arrojaron los atentados.