Papa Francisco: "Que se multipliquen los sacerdotes que imiten al cura Brochero"
En el Ángelus de cada domingo, el Papa habló en español para referirse a la beatificación del cordobés que tuvo lugar este sábado ante una multitud. Llamó a imitar su ejemplo
"Que se multiplique los sacerdotes que, imitando al cura (José Gabriel el Rosario) Brochero, estén tanto de rodillas como dando testimonios por todas partes de la misericordia divina", pidió el papa Francisco en el habitual Ángelus que da cada domingo en la plaza San Marcos del Vaticano.
En español, el Sumo Pontífice se refirió así a la beatificación del cura que tuvo lugar este sábado en Traslasierra, Córdoba, ante las más de 200 mil personas que se acercaron al monumento al Sagrado Corazón de Jesús (llamado por algunos el "Cristo blanco"), que se ubica a 700 metros de la plaza de Villa Cura Brochero.
"Deseo unirme a la alegría de la Iglesia en Argentina por la beatificación de este pastor ejemplar, que a lomo de mula recorrió infatigablemente los áridos caminos de su parroquia, buscando, casa por casa, las personas que le habían sido encomendadas para llevarlas a Dios", señaló.
Por otra parte, Francisco volvió a hacer en su discurso otro llamado por la no-violencia, en momentos en que la mayor situación de crisis en Siria parece haber pasado y las potencias mundiales negocian con el régimen de Al Assad un proceso de destrucción de sus armas químicas.
"Si vivimos con la ley del ojo por ojo y diente por diente, no salimos de la espiral de la violencia" – advirtió – "Si no hay misericordia en nuestro corazón, si no perdonamos, no estamos en comunión con Dios".
Quizás por la lluvia que azotaba Roma, Francisco pronunció un discurso un poco más breve que lo habitual y, al finalizar, saludó con su ya célebre: " ¡Les deseo a todos un buen domingo y un buen almuerzo!".
Quién fue Brochero
José Gabriel del Rosario Brochero nació en 1840 en las Sierras Chicas de Córdoba. Se ordenó sacerdote en 1862 (Seminario Mayor de Córdoba). En 1869 asumió el Curato de San Alberto. Debía pastorear a unos 10.000 habitantes dispersos en las Sierras, sin caminos ni escuelas, y en un estado de gran indigencia material y moral.
Su misión la desarrolló a lomo de mula. Fue incansable en el rescate de las almas de una población serrana muy pobre, aislada y olvidada, y librada al estrago del alcoholismo y la violencia. Llevaba a los fieles hasta Córdoba para practicar los Ejercicios Espirituales ignacianos, viajando 200 km a 2.000 metros de altura por caminos muy difíciles.
El cura Brochero, como se lo conoce popularmente, dejó una huella imborrable en el bello paisaje de Traslasierra: con la ayuda de sus "ovejas", construyó caminos, escuelas, capillas, oficinas de correos y una Casa de Ejercicios espirituales en la Villa del Tránsito, hoy llamada Villa Cura Brochero en su honor.
Murió en 1914, leproso y ciego. Su tarea dejó una impronta definitiva en esa región, al punto que la veneración a su figura empezó muy poco después de su muerte.