Para Putin, "Los Simpsons" son inmorales
Estos clásicos dibujos animados, y otros también populares como Tom & Jerry, están prohibidos en las pantallas de Rusia. Denuncian censura similar a la del régimen iraní.
Dibujos animados como “Los Simpson” o “Tom y Jerry” son desde hace tiempo series de culto también para los niños en Rusia. Pero ahora, las autoridades rusas prohíben por primera vez y a partir de hoy lo que consideran “contenidos peligrosos” en la televisión, alegando la protección a la infancia.
Generaciones de niños en Rusia y también en la antigua Alemania oriental crecieron con la serie de dibujos animados “Nu pogodi!” (algo así como “¡Eh, espera!”), en la que es famosa la imagen de un lobo que fuma y que persigue a un conejo. Cuarenta años después de su aparición en televisión, el lobo fumador ha desatado un debate nunca visto en Rusia, ante la existencia de una nueva ley que exige una mejor protección de los niños de “información dañina”. Y ello significa casi una censura para series occisentales de culto como “Tom y Jerry” o “Los Simpsons”.
La indignación sobre la ley, criticada por estar totalmente alejada de la realidad, se palpa en los medios rusos. A partir de este 1 de septiembre, los canales de televisión no sólo tendrán que señalar la edad para la que son aptas sus emisiones, sino que tendrán prohibido emitir escenas con palabras malsonantes o con personajes que fuman en horario en que pueda haber niños viendo la televisión.
Así, algunos clásicos como “El conejo y el lobo” sólo podrán emitirse a partir de las 23:00 horas en lugar de como historia de buenas noches, como hasta ahora, lo que ha desatado una ola de protestas. Pero quien viole la nueva normativa pagará multas de hasta 200.000 rublos (6.175 dólares) o incluso se le prohibirá seguir emitiendo.
Una ley similar está vigente desde hace poco para Internet, por lo que los analistas denuncian que las libertades en Rusia están cada vez más limitadas. “Aquí está en marcha una lucha por la limpieza y la moral”, dijo la psiquiatra infantil estatal de Moscú, Anna Portnova.
“Es una tontería quitar al lobo de ‘Nu pogodi!’, porque los niños tienen claro que es un gamberro peludo y no es un ejemplo”, considera. Sin embargo, ve un peligro en la violencia presentada como auténtica. “La muerte y los asesinatos se han convertido en algo habitual. Los niños dejan de comprender lo que significa la muerte y que es para siempre”, explica.
“Es una tonta santurronería”, critica el actor Vassili Livanov, en declaraciones al rotativo sensacionalista “MK”. El actor pone voz al cocodrilo de dibujos animados Gena, que fuma pipa, o interpeta con frecuencia al detective Sherlock Holmes, que fuma mucho.
Ya en tiempos soviéticos, cuando el entonces presidente Mijail Gorbachov impuso su campaña antialcohol, se impidió por ejemplo la emisión del clásico “Ironía del destino” (1975) que versaba sobre una borrachera en una sauna.
Los medios rusos nombran casi a diario casos en los que hay censura, como en el nuevo documental “Anatomiya Tatu” sobre una banda de chicas rusas, que según las autoridades glorifica la pornografía infantil.
La televisión rusa, en su mayor parte controlada por el Kremlin, está amenazada por una “austeridad moral como en Irán”, escribe “MK”. El diario destaca que el gobierno podría hacer mucho más por los niños de otras maneras. Y además: la industria de los dibujos animados está actualmente por los suelos debido a que sus espectadores apenas son interesantes para la publicidad.
Las televisiones se preguntan ahora si llegará el momento en que la autoridad de vigilancia Roskomnadsor recorte contenidos o los retoque. Las autoridades señalan que todo canal es responsable de sus emisiones y de señalar la edad para la que son aptos los contenidos.
Sin embargo, los expertos ven muchas cuestiones abiertas en la ley. Por ejemplo, no está claro qué ocurrirá con las noticias, que suelen estar llenas de sangre y violencia.
“La ley entra el 1 de septiembre en vigor, pero creo que no funcionará”, considera el responsable de derechos de los niños de la ciudad de Moscú, Jevgeni Bunimovich. En el diario “Moskovski Komsomolez” destacó que no son comisiones de la moral, sino consejos televisivos, quienes deben decidir la programación. Además los padres también son responsables de lo que permiten que sus hijos vean en pantalla.