Pese a sondeos adversos, el Partido Liberal venció ampliamente al Conservador y vuelve al gobierno
Su líder es Justin Trudeau (43), hijo del carismático líder que pergeñó la modernización del país en torno al multiculturalismo, el federalismo y el bilingüismo.
El opositor Partido Liberal venció ampliamente al Conservador en las elecciones canadienses celebradas ayer, por lo que Justin Trudeau, hijo del carismático líder que dio forma al Canadá moderno, será el próximo primer ministro tras revertir los sondeos adversos en la campaña más larga de la historia del país. "Los canadienses han lanzado un mensaje claro esta noche: es la hora de un cambio", dijo Trudeau en su discurso de victoria esta madrugada en un hotel de Montreal ante cientos de seguidores.
"Vencimos al miedo con esperanza. Vencimos al cinismo con trabajo duro. Vencimos la idea de que los canadienses deben darse por satisfechos con menos", agregó el jefe de gobierno electo, de 43 años.
Los liberales obtuvieron la mayoría absoluta con el 39,7% de los votos emitidos en los comicios de ayer, lo que se traducirá en 183 de los 338 escaños de la Cámara Baja del Parlamento, relegando al segundo lugar al Partido Conservador del primer ministro saliente, Stephen Harper, con el 32,1% de los votos y 102 escaños. En tercer lugar se situó el socialdemócrata Nuevo Partido Democrático (NPD) con un 19,2% y 42 diputados, según los datos oficiales entregados por la Comisión Electoral.
Justin es hijo de uno de los políticos canadienses más famosos, el emblemático líder liberal Pierre Trudeau, primer ministro del país -con una breve interrupción- entre 1968 y 1984, a quien se le atribuye el haber configurado las bases del país moderno: el del multiculturalismo, el federalismo y el bilingüismo. El resultado constituye un manifiesto rechazo contra el Partido Conservador y de su líder, Stephen Harper, que gobernó Canadá durante casi una década aunque sólo consiguió mayoría absoluta en las elecciones de 2011.
El cansancio de los canadienses con las políticas neoliberales de Harper permitió al Partido Liberal superar en apenas cuatro años la catástrofe de las pasadas elecciones, celebradas en 2011, cuando obtuvo el peor resultado de su historia con 34 diputados. Al inicio de la campaña electoral, casi tres meses atrás, los liberales se situaban en tercer lugar en la preferencia de voto, por detrás del NPD y el Partido Conservador.