La Justicia noruega podría juzgar a Anders Behring Breivik, el autor confeso de las dos masacres cometidas el viernes en Noruega, por crímenes contra la humanidad. El fiscal de la policía Christian Hatlo podría recurrir al párrafo 102 del Código Penal, que contempla los "ataques sistemáticos contra la población civil" por sus convicciones políticas bajo el título de "crímenes contra la humanidad".
 
La pena máxima que se puede aplicar en Noruega para delitos de terrorismo es de 21 años. En cambio, si se tratara de un crimen contra la humanidad, el atacante podría llegar a pasar 30 años en prisión. El ministro de Justicia, Knut Storberget, se negó a comentar esta posibilidad alegando la independencia del poder judicial, aunque recordó que él se desempeñaba en el departamento de Justicia cuando se elaboró hace un par de años la ley que contempla los crímenes contra la humanidad.

El ultraderechista Breivik justificó los atentados de Oslo y la isla de Utoya alegando que quería castigar al gobernante partido socialdemócrata por dejar ingresar al país a musulmanes y para defender a Europa del marxismo. La mayoría de las víctimas eran adolescentes que visitaban el campamento de verano del Partido Laborista, AUF.

En tanto, el abogado defensor del radical anti islámico, Geir Lippestad, deslizó que "Anders Behring Breivik está con toda probabilidad loco", aunque matizó que "es demasiado pronto para decir si alegará enajenación mental. Dice que siente tener que haberlo hecho, pero que era necesario. Odia todas las ideas occidentales y los valores de la democracia y espera que esto sea el principio de una guerra que dure 60 años", explicó.

Anoche, unas doscientas mil personas se dieron cita para guardar luto por las víctimas en el centro de Oslo, ciudad en la que viven medio millón de personas. "Esta tarde, las calles están llenas de amor", dijo el príncipe heredero Haakon en la plaza frente al Ayuntamiento de Oslo.