El presidente de Ucrania, Petro Poroshenko, anunció hoy al asumir el cargo, un plan de paz para solucionar el conflicto en el este del país, aunque descartó cualquier clase de negociación con las milicias separatistas que se levantaron en contra de las autoridades. "No deseo la guerra, no deseo la venganza. Quiero la paz y lograré la unidad de Ucrania. Por eso comienzo mi gestión con una propuesta de plan de paz", proclamó. 

Poroshenko, el quinto presidente en la historia de Ucrania desde su independencia de la Unión Soviética en 1991, juró hoy el cargo con una mano en la Constitución y en la Biblia durante una ceremonia celebrada en la Rada Suprema (Parlamento). Aunque aún no se conocen los detalles del plan que abordó ayer en Normandía (Francia) con el presidente ruso, Vladimir Putin, Poroshenko adelantó que viajará en breve al este ruso parlante del país "en son de paz". 

Eso sí, destacó, "necesitamos un socio legítimo para el diálogo" y adelantó que con ese fin está dispuesto a convocar elecciones municipales en las regiones rebeldes del este. "Se trata de dialogar con ciudadanos pacíficos. No vamos a hablar con los bandidos", agregó, en alusión a los dirigentes de las repúblicas populares de Donetsk y Lugansk, que proclamaron el pasado 12 de mayo su independencia tras sendos referendos separatistas. 

Al respecto, anunció una amplia amnistía para aquellos milicianos que no hayan cometido delitos de sangre contra las fuerzas gubernamentales y la población civil, y aquellos que no hayan financiado las actividades de los terroristas. Además, acusó a su antecesor, el depuesto Viktor Yanukovich, de financiar a los milicianos rebeldes desde su exilio ruso y de ser el culpable de la crisis económica y del actual conflicto.
 
Poroshenko dijo que convocará elecciones parlamentarias anticipadas, pero insistió en que el único idioma estatal es el ucraniano y descartó la organización federal del país, como demandan los insurgentes y el Kremlin. "Los sueños de una federación no tienen fundamento en Ucrania. Los consejos locales recibirán nuevas facultades, pero Ucrania fue y será un Estado unitario", señaló. 

Por otro lado, aseguró que Kiev debe firmar en breve un Acuerdo de Asociación con la UE, que presupone la creación de una zona de libre comercio y cuyo rechazo fue el detonante de las protestas que desembocaron en febrero en el derrocamiento de Yanukovich. Al acto asistieron entre otros el vicepresidente de Estados Unidos, Joe Biden, que se reunirá hoy con el nuevo líder ucraniano, y representantes del Vaticano, ya que en este país hay varios millones de católicos del rito oriental (uniata). 

El único representante ruso fue el embajador, Mijail Zurabov, quien fue retirado por el Kremlin tras los disturbios de febrero, y que hoy expresó su esperanza en que las fuerzas gubernamentales y los rebeldes declaren un alto el fuego.