En Yemen, la flamante Nobel de la Paz Tawakul Karman recibió el saludo de su pueblo este sábado. Paralelamente, se debilitó aún más la posición del Gobierno de Alí Abdulá Salé, quien ahora admite que podría renunciar.

La oposición convocó a manifestaciones en todo el país “en honor a esta gran mujer” que ha luchado por los derechos humanos en el país, convulsionado desde febrero.

El mandatario volvió a decir que podría renunciar, pero remarcó nuevamente que “jamás” le entregará el poder a la oposición.

Todo ocurre entre nuevos episodios de represión a las manifestaciones populares. En Taiz, la segunda localidad del país, tropas del régimen bombardearon áreas residenciales donde viven políticos de la oposición, en el tercer día consecutivo de violencia. En Adén, cuatro soldados yemeníes resultaron heridos al explotar una bomba cerca de una comisaría.

Mientras tanto, se hacen fuertes las versiones de que la salud de Saleh empeoró significativamente desde su sorpresivo retorno de Arabia Saudita el mes pasado. Saleh volvió a Yemen el 23 de septiembre tras someterse a cirugía por las heridas sufridas en un ataque contra el palacio presidencial a comienzos de junio.