Comenzó el segundo juicio por prevaricato contra el juez español Baltasar Garzón, quien investigó los crímenes del franquismo y juzgó a quienes cometieron crímenes de lesa humanidad fuera de su país.

La querella contra el magistrado la presentó la organización de derecha Manos Limpias, que lo acusa de “violar la ley de amnistía y de intencionalidad política” al descubrir una enorme trama de corrupción en la que están involucrados varios importantes líderes del Partido Popular.

Por Continental, el auditor general de la Nación, Leandro Despouy, consideró que el proceso a Garzón “es un enorme retroceso y una siniestra maniobra. Es la expresión de sectores muy reaccionarios que todavía subsisten en España”.

“Garzón exportó una doctrina según la cual los Estados deben juzgar a sus criminales de lesa humanidad, y, si así no lo hacen, existe el derecho de juzgarlos en otros países. Cuando se aplica esta doctrina en España, se invalida el proceso”, graficó en La Mañana.