Las elecciones celebradas el pasado domingo en Nicaragua son una de las más cuestionadas en de la historia del país. Sin embargo, varios países no dudaron en celebrar el triunfo de Daniel Ortega y de su esposa, Rosario Murillo, que repetirá en el cargo de vicepresidenta.

Uno de los primeros en hacerlo fue Venezuela.

"Es una gran victoria, una victoria de la gente, una victoria de una patria, que tiene un presente, tiene un futuro, tiene un gran pasado. Nuestras felicitaciones. Aprovecho para enviar nuestras felicitaciones y admiración a la Nicaragua siempre libre", dijo el presidente Nicolás Maduro.

Sin embargo, varios países (entre ellos varios latinoamericanos) criticaron con dureza las elecciones.

Por su parte, las autoridades de Cuba, Bolivia y Rusia también expresaron su apoyo al presidente de Nicaragua.

El presidente cubano Miguel Díaz-Canel elogió la "demostración de soberanía y civismo ante una cruel campaña mediática", mientras que el gobierno de Bolivia, con Luis Arce al frente, elogió un proceso que calificó de "democrático".

El ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Sergei Lavrov, respaldó al mandatario nicaragüense y afirmó que los pedidos de Estados Unidos para que los países no reconozcan el resultado eran "inaceptables".

Separatistas

Por su parte, las regiones separatistas de Georgia, Abjasia y Osetia del Sur, reconocieron la victoria del candidato del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN).

Nicaragua reconoció la independencia ambos territorios en 2008, poco después de que Rusia lo hiciera. Venezuela, Nauru y Siria también se sumaron al reconocimiento.

Sin embargo, Georgia declaró a Osetia del Sur y Abjasia territorios "ocupados" por las tropas rusas.

Ambos territorios enviaron delegaciones para monitorear las elecciones nicaragüenses.

La agencia de noticias del gobierno de Osetia del Sur dijo el 8 de noviembre que los observadores tanto de Osetia del Sur como de Abjasia evaluaron "positivamente" la votación y que no encontraron ninguna "irregularidad".

De terminar este nuevo periodo, Daniel Ortega sumará 20 años consecutivos en el poder y un total de 29 años de gobierno.

Rechazo

Estados Unidos no dudó en calificar las elecciones de "pantomima", dado que todos los principales candidatos opositores a Ortega están en la cárcel, al tiempo que la Unión Europea rechazó también los resultados y dijo este lunes que las elecciones "completan la conversión de Nicaragua en un régimen autocrático".

Es bastante probable que ninguno de los dos reconozca el resultado de las elecciones e incluso los expertos van un poco más allá: podrían imponer sanciones al país.

Los analistas consultados por BBC Mundo estiman que si Estados Unidos no hace nada contra Ortega, podría animar a otros presidentes del Triángulo Norte de Centroamérica a cambiar las reglas de la democracia para perpetuarse en el poder.

Costa Rica, Panamá, Colombia y Ecuador, así como otros países de la zona han rechazado también los resultados.

Costa Rica señaló el domingo que desconoce el triunfo de Ortega e instó a la comunidad internacional a propiciar el diálogo entre Gobierno y oposición.

Guatemala y Panamá lamentaron el lunes las condiciones en que se celebró el proceso electoral.

Por su parte, Chile denunció que el sufragio "careció de todas las condiciones para ser estimado válido y transparente", y el presidente colombiano, Iván Duque y pidió llevar el asunto a la ONU o la OEA.

El Ministerio de Relaciones Exteriores de México dijo que no comentaría sobre las elecciones hasta que se publiquen los resultados oficiales.

Argentina llamó a "acompañar al pueblo de Nicaragua" para que recupere "cuanto antes" "el diálogo y la convivencia democrática" y pidió que el Ejecutivo de ese país vele por el "respeto" de los derechos humanos de la población.

"Reiteramos nuestra preocupación ante la detención de dirigentes opositores, así como la necesidad de que el gobierno nicaragüense vele por el respeto de los derechos humanos de toda la población", expresó la Cancillería del país sudamericano en un comunicado recogido por la Agencia EFE.

A diferencia de México o Argentina, el gobierno del izquierdista Pedro Castillo, presidente de Perú, fue contundente en su respuesta al afirmar que las elecciones celebradas en Nicaragua no fueron "libres, justas y transparentes".

La Cancillería peruana señaló, en un comunicado emitido este lunes, que los comicios "merecen el rechazo de la comunidad internacional".

El que encara tras conocerse los resultados de las elecciones del domingo, es el cuarto mandato de Ortega al frente de la presidencia de Nicaragua.

Los últimos resultados preliminares, emitidos por el Consejo Supremo Electoral (CSE), otorgaron este lunes 75 de 90 escaños en la Asamblea Nacional (Parlamento) al oficialista Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN).

El proceso electoral estuvo marcado por la detención de siete aspirantes presidenciales, la cancelación de tres partidos políticos opositores y el arresto de periodistas, empresarios, líderes sociales y otras figuras de la oposición.