La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, dijo que su visita a China inaugura "un nuevo capítulo" en las relaciones bilaterales, pero aclaró que la prosperidad de una nación no puede ser alcanzada a costas de otras.

La mandataria hizo el comentario en su segundo día de visita a Beijing, durante el Seminario Empresarial Brasil-China, destinado a la búsqueda de complementariedad productiva que reunió a ejecutivos y autoridades de ambos países.