"Los camiones llevarán a los habitantes de Ucrania oriental más de 2.000 toneladas de cargamento humanitario reunido por los moscovitas y los habitantes de la región de Moscú", dijo un portavoz de la administración según la agencia RIA-Novosti.

Sin embargo y para evitar las suspicacias y críticas, no sólo de Ucrania sino también de Estados Unidos y otras potencias occidentales, Rusia decidió ceder el manejo de esos convoyes humanitarios en territorio ucraniano al CICR.

"Será Cruz Roja quien asuma la tutela de la carga, enviada mediante un convoy de 280 camiones. En este sentido, confiamos en que las autoridades ucranianas garanticen la entrega segura de esta ayuda", sostuvo el Ministerio de Relaciones Exteriores ruso a través de un comunicado.

El convoy partió desde la capital rusa y según medios locales, tardará un par de días en llegar hasta la frontera, a unos mil kilómetros de distancia.

La ayuda humanitaria es transportada en 280 camiones e incluye 400 toneladas de cereales, 100 toneladas de azúcar, 62 toneladas de alimentos para niños, 54 toneladas de medicinas, 12.000 bolsas de dormir y 69 generadores eléctricos de diversa potencia.

El convoy humanitario cruzará "a través del punto de paso, acordado entre las partes rusa y ucraniana, de Shebekino-Pletnebka en la frontera entre las regiones de Belgorod y Járkov", según el comunicado de la Cancillería rusa.

"Causan sorpresa las declaraciones de la parte ucraniana de una supuesta falta de acuerdo sobre la ruta de desplazamiento del convoy y todas las nuevas exigencias logísticas", agregó el texto.

Moscú aseguró también que "cedió a todos los deseos de la parte ucraniana" desde "la ruta que debe seguir el convoy a la revisión del cargamento".

No obstante, Kiev denunció hoy que Rusia se negó a remitirle una lista detallada con los productos y artículos incluidos en el cargamento humanitario.

"Ni nosotros ni la Cruz Roja recibimos la prometida nota rusa con la lista de esos artículos o sus características. Por el momento, no sabemos concretamente qué es lo que hay", aseguró el jefe de la administración presidencial ucraniana, Valeri Chali.

En cuanto a las nuevas exigencias logísticas a las que aludía Moscú, Chali explicó que la ayuda humanitaria rusa será cargada "en medios de transporte arrendados por la Cruz Roja, por lo que no permitiremos que el convoy sea escoltado por fuerzas de Rusia".

Ucrania, Estados Unidos, la Unión Europea y la OTAN advirtieron en los últimos días a Rusia contra una intervención humanitaria en el país vecino, tras constatar una nueva concentración de tropas en la frontera, algo que Moscú niega rotundamente.