Rusia aceptó la inspección de ayuda humanitaria para Ucrania
También accedió a que la Cruz Roja se encargue de su distribución entre la población ucraniana del este afectada por combates.
Kiev y Occidente acusan a Rusia de armar y financiar a los rebeldes separatistas, que combaten al Ejército ucraniano desde abril pasado.
Aunque Moscú niega las imputaciones, Ucrania, Estados Unidos y la Unión Europea (UE) temían que Rusia usara la misión humanitaria para establecer una presencia militar permanente en el este del país o ingresar armas para los separatistas.
Sin embargo, la decisión de hoy de Rusia de permitir el ingreso de funcionarios de la Guardia Fronteriza y el Servicio de Aduanas ucranianos a su terrritorio para inspeccionar la carga de los camiones fue interprestada como un gran paso para aliviar los temores y disipar las dudas de Kiev y Occidente.
En violación de un acuerdo preliminar con Kiev, Moscú había enviado el convoy de 262 camiones a un paso de frontera bajo el control de los separatistas, elevando la posibilidad de que ingrese la caravana sin ser inspeccionada por Ucrania y la Cruz Roja.
Ucrania había asegurado que, en tal escenario, iba a utilizar todos los medios necesarios para bloquear el convoy, lo cual hizo temer una escalada en el conflicto.
Sumando a las tensiones, una docena de vehículos blindados rusos aparecieron la madrugada del viernes cerca de donde los camiones estaban estacionados por la noche, a 28 kilómetros de la frontera.
Sin embargo, ambas partes alcanzaron un acuerdo esta mañana, y 41 guardias fronterizos ucranianos junto a 18 funcionarios de aduanas comenzaron la inspección de la ayuda rusa en el cruce fronterizo, informaron funcionarios de defensa de Kiev en un comunicado. Sergei Astakhov, asistente del jefe adjunto del servicio de guardia de fronteras de Ucrania, dijo que los representantes de la Cruz Roja observarían las inspecciones, informó la cadena CNN.
Además, ambas partes confirmaron que la Cruz Roja entregará la ayuda.
Laurent Corbaz, director de operaciones en Europa del Comité Internacional la Cruz Roja, describió un plan provisional según el cual cada camión entrará a Ucrania con un chofer ruso acompañado por un trabajador de la Cruz Roja y sin escolta militar.
Corbaz dijo que el plan prevé que la ayuda se entregue en un punto central del territorio controlado por los rebeldes para que luego sea distribuida en todo la región.
Los detalles de la entrega se están negociando por todas las partes, incluidos los insurgentes, agregó Corbaz.
El mando militar ucraniano dijo que "la carga irá a Lugansk", una ciudad al borde de la catástrofe humanitaria, sin luz ni agua desde hace dos semanas y cuyos habitantes quedaron atrapados en medio de combates entre los rebeldes separatistas y el Ejército ucraniano.
El convoy transporta unas dos mil toneladas de cereales, azúcar, alimentos para niños, medicinas, bolsas de dormir y generadores eléctricos.
El gobierno ucraniano dijo ayer que enviará su propio convoy de camiones con ayuda humanitaria a Lugansk, aunque no dio más detalles.