Salvan la ciudad turística de Halls Gap de las llamas
Trabajaron más de 550 voluntarios con el apoyo de 10 aviones hidrantes. El fuego ya causó la muerte de una mujer que desoyó la orden de evacuación y devastó 100.000 hectáreas.
Más de 550 voluntarios, con el apoyo de diez aviones hidrantes, consiguieron hoy salvar de las llamas la localidad turística australiana de Halls Gap, aunque el fuego ya causó la muerte de una mujer, destruyó casas y devastó 100.000 hectáreas de bosques, informaron las autoridades. Los incendios, que comenzaron el miércoles pasado en la región de Grampians, en el estado de Victoria, a 250 kilómetros al oeste de la capital estatal Melbourne, provocó que unas 500 personas dejaran sus hogares y buscaran refugio en centros de evacuación.
La mujer que murió a causa del incendio, es una de las 50 personas que desoyeron la orden de evacuación, de los 600 residentes permanentes de Halls Gap. Los incendios de Grampians son tan intensos que causaron una columna de humo hasta 12 kilómetros de altura que está generando su propio sistema meteorológico.
La oleada de incendios que vive Australia afecta a los estados sureños de Australia Meridional y Victoria, donde todavía hay 34 focos activos. Algunos de ellos comenzaron el miércoles y se cree que en parte fueron provocados por pirómanos; otros fueron desatados por rayos a 40 grados, según las autoridades, que informaron además que las llamas calcinaron en esta región más de 100.000 hectáreas.
La emisora ABC informaba hoy en Internet que uno de los fuegos amenaza la pequeña localidad de Turro, en Australia Meridional. En general las autoridades confían en que las temperaturas bajen y el viento deje de soplar para mejorar la situación.
El primer ministro de Australia Meridional, Jay Weatherhill, aseguró que los bomberos realizaron un excelente trabajo, al igual que las autoridades de Victoria que defendieron la labor hecha por el cuerpo de bomberos . "Tras el `sábado negro` se ha mejorado mucho", dijo el primer ministro de este estado, Denis Naphtine, al hacer referencia a ese sábado de febrero de 2009 en que murieron en Victoria 173 personas debido a los incendios.