El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, expresó que el diálogo entre el gobierno y la guerrilla que comenzará el 8 de octubre en Oslo, Noruega, puede "avanzar más rápido de lo previsto", y destacó la "etapa de inflexión" que atraviesa el país.

"Cuando hay una voluntad real en pos de un camino común, todo se facilita enormemente", señaló Santos, que remarcó que lo que se persigue "no es solo el fin del conflicto, sino una paz que entrañe más igualdad, menos pobreza".

Anoche, durante la firma del Acuerdo de Contribución a la Verdad, suscrito con desmovilizados de las paramilitares Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), Santos recalcó que "la paz es la restitución de las tierras, la reparación de víctimas y la movilización de la gente para que esos objetivos se puedan cumplir".

El mandatario puso de relieve la "etapa de inflexión" en la que está el país, y subrayó la importancia de "explicar el por qué de los principios de verdad, justicia y reparación, el por qué es tan necesario sanar las heridas abiertas durante tanto tiempo".

Pidió a los colombianos, además que apoyen el proceso mediante el cual los miembros de los grupos armados ilegales se reintegran a la sociedad, un paso que "requiere actitudes nuevas porque es una inversión importantísima para el futuro del país".

Se espera que este año unos 15 mil desmovilizados de las AUC firmen el Acuerdo de Contribución a la Verdad, y se estima que si las conversaciones con las FARC avanzan, también del lado de la guerrilla haya desmovilizaciones, aunque el plazo para esto llevará más tiempo.

Después de meses de charlas exploratorias, el Ejecutivo y las FARC conversarán sobre las posibles salidas al conflicto armado, con Noruega y La Habana como garantes y Chile y Venezuela como acompañantes.