El Senado estadounidense rechazó por 59 votos a 41 el plan de incremento de deuda de la rama moderada del Partido Republicano. La propuesta había sido aprobada horas antes por la Cámara de Representantes, dominada por opositores a Barack Obama.

Aún quedan setenta y dos horas para negociar y evitar que Estados Unidos entre en default.

En este contexto, Obama aseguró que “hay muchas salidas al problema del endeudamiento”, aunque admitió que “queda poco tiempo”. Por ello, exhortó in extremis a los legisladores de los dos partidos hegemónicos a “llegar a un acuerdo”.