“Lamentamos toda esta situación. Nosotros estamos incómodos y me imagino que las personas que se ven nombradas en los cables que se revelan poco a poco, también se sienten así”, subrayó la agregada de prensa de la embajada estadounidense en Argentina, Shannon Farrell.

“Aún no tuve contacto con funcionarios del gobierno argentino. En las última semanas no estuvo la embajadora” Vilma Socorro Martínez, explicó la funcionaria norteamericana, en relación al escándalo que se desató a partir de la difusión de varios cables secretos que incluyen información, dichos y descripciones de políticos argentinos de alto rango.

Indagatoria sobre la salud psíquica de Cristina Fernández. “Ese cable no fue enviado por Hillary Clinton. Ese tipo de pedido es genérico; dentro de una oficina de Washington preparan una hoja de varias preguntas y se lo envían a quince o veinte países a la vez. Jamás Clinton preguntó o se interesó sobre la salud mental de la presidenta”, dijo en La Vuelta.

Farrell aclaró que “igual que con los cables que salen de Washington que llevan la firma genérica, de protocolo, de Hillary Clinton, en Argentina todos los cables llevan la rúbrica de la embajadora Martínez o quien esté en su lugar en ese momento. El hecho de que el cable lleve la firma de esa persona no significa que esa persona lo haya escrito”.

“Nosotros disfrutamos de unas relaciones diplomáticas fluidas con el gobierno argentino. Lamentamos que durante este tiempo difícil para la presidenta haya tenido que lidiar con estas cosas en los diarios”, esbozó la representante del gobierno de Barack Obama.

Asimismo, dijo, la embajadora Martínez “no escribió esas cosas sobre Mauricio Macri o Aníbal Fernández”.

Los responsables. “Está en custodia de Estados Unidos el soldado que tuvo acceso a estos documentos; se investiga cómo los consiguió este hombre de Wikileaks (Julian Assange) para luego difundirlos a estos cinco diarios”, sostuvo Farrell.

“Después de esta situación se están tomando medidas extras de seguridad en el departamento de Estado. No queremos que vuelva a ocurrir, ya perdimos mucha confianza de muchos contactos, mucha credibilidad. Para reconstruirlas, tenemos que asegurarle a todo el mundo que esto fue algo aberrante que jamás volverá a pasar”, remarcó la vocera de la embajada estadounidense.