El Gobierno sirio desplegó cientos de soldados y decenas de tanques en varias ciudades del país. Es en previsión de nuevas protestas masivas contra el régimen del presidente Bashir al Asad y en reclamo de libertad y democracia.

Un activista sirio, que pidió el anonimato, dijo que, pese al tiempo lluvioso y una mayor presencia militar en las calles, al término de la oración de los viernes habrá nuevas manifestaciones contra la "brutal represión que están llevando a cabo contra el pueblo libre de Siria". Según una versión de un dirigente opositor, el presidente Assad ordenó no disparar contra los manifestantes, al contrario de lo que viene sucediendo desde hace dos meses.
 
En Internet fueron divulgados los nombres de más de 750 personas, incluyendo a soldados y policías, que murieron desde que comenzaron los disturbios, el 15 de marzo. Grupos defensores de los derechos humanos estiman que más de 8.000 personas, entre ellas periodistas e intelectuales, fueron detenidas o están desaparecidas.