Tresa Romero, la primera persona en contagiarse ébola fuera de África, dio su primera entrevista desde que se enteró que ya se curó definitivamente del virus que la dejó el mes pasado cerca de la muerte. En su diálogo con el diario El Mundo, la enfermera negó haberse tocado el rostro con un guante tras atender a un misionero infectado, tal como dijo un médico.
Desde el hospital Carlos III, el mismo donde ella atendió a Manuel García Viejo, un misionero español repatriado desde África con ébola en septiembre pasado y que posteriormente falleció, y el mismo donde fue atendida y curada, Teresa Romero habló sobre sus días antes de la enfermedad, sobre su internación y la muerte de su perro, Excalibur.

Siempre sonriente, según El Mundo, Romero dijo que, al superar el ébola, volvió a nacer. "He vuelto a nacer, lo siento así", dijo, y agregó que, como todavía no salió a la calle, no pudo medir el impacto de su fama obligada.

Romero, de 44 años, desmintió las versiones sobre varios errores en los que ella habría incurrido y por los que la responsabilizaron por haberse infectado con ébola y, además, por haber expuesto a otras personas al virus.


Ante las versiones que indicaban que ella misma le decía a los enfermeros cómo debían atenderla, Romero dijo: "Bueno, yo no sé ni lo que les decía. Yo les decía que estaba muy mal, que no estaba muy bien, que me encontraba fatal, que me encontraba mal. Y, bueno, que estuvieran tranquilos...".
El Mundo:- Teresa, haz memoria. ¿Recuerdas haber cometido algún error en la dichosa habitación? Teresa Romero: No, yo hice el protocolo como lo hacemos aquí habitualmente. -¿En algún momento recuerdas haber reconocido que te tocaste la cara con un guante? -¿Si en algún momento lo he reconocido? No, no, en ningún momento lo he reconocido. -¿Y por qué ha salido entonces publicado que sí lo has reconocido? -Pues no lo sé. -¿No te acuerdas de nada, de que fueras entrevistada? -La verdad, no me acuerdo. -Entonces, ¿por qué se habrá producido el contagio? -Pues no lo sé. Yo no lo sé, qué te crees, que si sé... Pues no... ¿Si sé cómo se produjo el contagio estoy ahí? ¿Producirme el contagio a mí misma? -¿Tú dijiste en el centro de Salud que habías tratado a pacientes con ébola? -Sí. -Vale, muy bien. ¿El médico qué te dijo? -¿Que qué me dijo? Pues me mandó paracetamol [un medicamento que enmascara los síntomas del ébola y retrasa, a veces mortalmente, el diagnóstico de la enfermedad]. -Teresa, esto es muy importante: ¿seguro que le dijiste al médico del centro de salud Laín Entralgo que habías tratado a los misioneros del ébola? -Sí, sí. -¿Y él no lo tomó en consideración para ponerte en cuarentena, simplemente te recetó paracetamol? -Sí, nada más. -Teresa, a Exkalibur sí que se lo llevó el ébola... -Me parece un asesinato. -¿Quieres que se pidan responsabilidades por su muerte? -Claro que quiero, por supuesto.