La ex primera ministra ucraniana y líder opositora Julia Timoshenko fue condenada a siete años de cárcel tras ser hallada culpable de abuso de poder al cabo de un juicio cuestionado por Occidente. El juez Rodion Kirejev leyó la sentencia luego de considerar probado que Timoshenko violó procedimientos legales y perjudicó a Ucrania al firmar un acuerdo para importar gas desde Rusia en el año 2009.

Timoshenko, que afirma que el juicio es un complot de su rival el presidente Victor Yanukovich para impedirle participar de las próximas elecciones, recibió el veredicto con una actitud impasible. Tras la lectura de la sentencia, la ex premier anunció que apelará al Tribunal Europeo de los Derechos Humanos y que luchará hasta el final por su "reputación honrada".

La Unión Europea amenazó a Ucrania con consecuencias en el caso de una condena de Timoshenko, destacada figura de la "Revolución Naranja" de 2004, que terminó con la revocación de la victoria electoral de Yanukovich de ese año tras denuncias de fraude. Yanukovich se candidateó nuevamente y derrotó por escaso margen a Timoshenko en los comicios presidenciales de fines de 2009 en medio de gran descontento por la situación económica y de constantes desavenencias entre sus opositores.

Timoshenko, ahora principal líder de la oposición, utilizó su poder como premier "para fines criminales y, actuando a sabiendas, cometió acciones que claramente excedieron los límites de los derechos y los poderes", dijo el magistrado Kirejev. Los fiscales dijeron durante el juicio que Timoshenko no estaba autorizada a suscribir el contrato de gas con Rusia y que el precio acordado para la transacción fue demasiado alto, lo que causó pérdidas al Estado, algo que la ex mandataria objeta.

Además, el acuerdo permitió acabar con un conflicto que tuvo sin gas a Europa durante varios meses.