Casi dos décadas de análisis
Una infancia prolongada entre los homínidos fue el preámbulo del crecimiento del cerebro
El estudio, publicado en la revista Nature, sugiere que esta infancia prolongada detectada en un homínido de hace 1,77 millones de años, en conjunto con la transmisión cultural dentro de grupos sociales de tres generaciones, podría haber sido un factor determinante en la evolución hacia un cerebro de mayor tamaño, característico de los seres humanos modernos.
Un análisis reciente de dientes fósiles pertenecientes a los primeros Homo, encontrados en el yacimiento de Dmanisi en Georgia, pone de manifiesto un aspecto crucial de la evolución humana: la infancia prolongada. Este descubrimiento es notable, ya que se observa que, a pesar de contar con un cerebro relativamente pequeño y una edad adulta comparable a la de los grandes simios, estos homínidos presentaban un desarrollo infantil más extenso.
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