El consumo masivo en Argentina experimentó una caída del 20,4% en el mes de octubre, acumulando un retroceso del 12,8% en lo que va del año. Lo atestigua un estudio de la consultora Scentia, que analiza las ventas en las principales cadenas de supermercados y autoservicios a nivel nacional. La disminución en el consumo se atribuye principalmente a la pérdida del poder adquisitivo de los consumidores, así como a los efectos del denominado “plan platita” implementado por el gobierno anterior, el cual dejó una base de comparación considerablemente alta. 

A pesar de esta caída, se observa que desde abril se ha mantenido un estancamiento en los volúmenes vendidos, lo que sugiere que no se vislumbra una recuperación inminente. En comparación con el mes anterior, se registró una leve desaceleración en el descenso, dado que en septiembre el consumo había caído un 22,3%, marcando así la peor performance del sector en dos décadas.

Las categorías de productos también reflejan esta tendencia negativa, con caídas significativas en todas ellas. La categoría más afectada fue la de productos impulsivos, que experimentó una baja del 29,1%, seguida por higiene y cosmética con un 25,8%, bebidas alcohólicas con un 22,3% y bebidas no alcohólicas con un 17,1%. Otras categorías como desayunos y meriendas, limpieza de ropa y hogar, perecederos y alimentación también mostraron porcentajes de descenso que oscilan entre el 17% y el 19,3%. 

Por otro lado, la introducción de créditos y cuotas sin interés ha permitido a muchos consumidores destinar parte de sus ingresos a la compra de bienes durables, lo que ha influido en el patrón de consumo. A pesar de que algunos salarios han recuperado parte de su poder adquisitivo, esta recuperación no ha sido equitativa entre todas las actividades. 

Tradicionalmente, el último bimestre del año es un período en el que las ventas suelen aumentar debido a las festividades. En este contexto, las cadenas de supermercados están ajustando sus estrategias comerciales mediante promociones y descuentos con el fin de estimular la demanda. La continuidad en la desaceleración de la inflación será un factor determinante para el éxito de estas estrategias.