Los presidentes de Suramérica expresaron en la noche de este jueves una fuerte condena a España, Francia, Italia y Portugal por haber causado la retención ilegal en Europa del presidente de Bolivia, Evo Morales, y reclamaron a esos cuatro países que se disculpen.

Lo expresaron en una declaración con la que dieron fin al "Encuentro de presidentes de Suramérica", realizado en Cochabamba, y que finalizó tras la lectura del documento, a las 22.45 (las 23.45 en la Argentina).

Tras deliberar en la ciudad boliviana de Cochabamba, los presidentes y representantes de la UNASUR emitieron una declaración en la que calificaron el incidentes como un "atropello", propio de "prácticas neocoloniales que aún subsisten en nuestro planeta en pleno siglo XXI".

El texto de la Declaración de Cochabamba, difundido sobre la medianoche por Presidencia, tiene un fuerte contenido condenatorio contra esos países europeos, a los que denuncia "ante la comunidad internacional y los diversos organismos multilaterales".

En su parte declarativa, el pronunciamiento sostiene que "la inaceptable restricción a la libertad del Presidente Evo Morales Ayma, convirtiéndolo virtualmente en un rehén, constituye una violación de derechos no sólo al pueblo boliviano, sino a todos los países y pueblos de Latinoamérica y sienta un peligroso precedente en materia del derecho internacional vigente".

"Rechazamos las actuaciones claramente violatorias de normas y principios básicos del derecho internacional, como la inviolabilidad de los Jefes de Estado", expresa más adelante y exige a los gobiernos involucrados en el incidente que "expiquen las razones de la decisión de impedir el sobrevuelo del avión presidencial del Estado Plurinacional de Bolivia por su espacio aéreo".

Agrega que "de igual manera, exigimos a los gobiernos de Francia, Portugal, Italia y España presenten las disculpas públicas correspondientes en relación a los graves hechos suscitados".

"Respaldamos la Denuncia presentada por el Estado Plurinacional de Bolivia ante la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, por la grave violación de Derechos Humanos y puesta en peligro concreto de la vida del presidente Evo Morales. Asimismo, respaldamos el derecho del Estado Plurinacional de Bolivia de realizar todas las acciones que considere necesarias ante los Tribunales e instancias competentes", destaca el texto.

Los mandatarios acordaron asimismo "conformar una Comisión de Seguimiento, encargando a nuestros Cancilleres la tarea de realizar las acciones necesarias para el esclarecimiento de los hechos".

También exhortaron "a la totalidad de jefas y jefes de Estado de la Unión a acompañar la presente declaración", en una directa alusión a la presidenta del Brasil, Dilma Rouseff, y a otros mandatarios de la UNASUR que no se hicieron presentes en la reunión.

Por último, convocaron a la ONU y organismos regionales "que aún no lo han hecho, a pronunciarse sobre este hecho injustificable y arbitrario".