Los agentes entraron en Woodruff Park poco después de medianoche después de advertir en dos ocasiones a los manifestantes de que debían marcharse, informó el alcalde de la ciudad, Kasim Reed, en un comunicado, denunciando que los manifestantes eran "cada vez más agresivos". No obstante, precisó que las detenciones se llevaron a cabo sin incidentes.

La actuación se produjo horas después de que la Policía de Oakland, en California, se enfrentara con manifestantes a última hora del martes cuando más de un millar de personas marchaban hacia el Ayuntamiento para expresar su enfado por el arresto de decenas de personas en el campamento de Occupy Wall Street en la ciudad.

En Oakland, los disturbios se registraron cuando trataron de levantar de nuevo un campamento en los exteriores del ayuntamiento del que habían sido desalojados horas antes por las autoridades. La policía lanzó a los indignados gases lacrimógenos después de pedir sin éxito a la muchedumbre que se disolviera pacíficamente. La Policía justificó su uso por el lanzamiento de botellas y piedras.

Los manifestantes de Atlanta estaban acampados en el parque desde hace casi tres semanas. Reed dijo que podían seguir hasta el 7 de noviembre, pero cambió de opinión el fin de semana después de que los manifestantes intentaran celebrar un concierto sin seguridad.

En su comunicado, el alcalde se quejó de que los manifestantes habían hecho enganches al tendido eléctrico y habían acumulado bombonas de gas, una violación de las normas contra incendios. El grupo criticó las medidas de represión y prometió continuar con su protesta con una marcha contra la guerra (ayer a última hora).