El presidente de Yemen, Ali Abdullah Saleh, fue herido junto a otros cuatro funcionarios de alto rango cuando tribus opositoras atacaron con cohetes su Palacio Presidencial. Se trató de la primera vez que los milicianos tribales atacaron la sede del gobierno en Saná, la capital, en casi dos semanas de fuertes combates con el Ejército en la ciudad.

Saleh sufrió lesiones leves en el ataque, que además mató a cuatro guardias presidenciales, hirió al primer ministro, al vice primer ministro y dejó en estado crítico al presidente del Parlamento y a un asesor del mandatario. Ocurrió cuando el presidente y los demás funcionarios rezaban en una mezquita ubicada dentro del Palacio Presidencial.

El bombardeo de la sede de gobierno llegó en el cuarto mes de una revuelta popular que exige la renuncia de Saleh, en el poder desde hace 33 años. Más de 500 personas murieron desde el comienzo de la rebelión, en febrero, pero unas 150 de ellas fallecieron en los últimos 10 días cuando a la revuelta se sumó el levantamiento de tribus opositoras al mandatario.