La ejecución de Hervé Gourdel fue mostrada en un video difundido por el grupo Jund al-Khilafah, o Soldados del Califato, que había dicho el lunes que iba a asesinar al montañista francés, de 55 años al que había secuestrado el domingo en Argelia, si Francia no ponía fin a sus bombardeos contra el EI en Irak.

El grupo dijo entonces que respondía a un llamado hecho ese día por un vocero del EI a todos los seguidores de la organización a asesinar a estadounidenses, franceses y ciudadanos de cualquiera de los países que participan de la coalición formada por Washington para enfrentarlo en Irak y Siria.

El video con la decapitación de Gourdel se titula "Un Mensaje de Sangre para el Gobierno Francés" y fue difundido en sitios web islamistas y en la red social Twitter, según informó la agencia de noticias EFE.

El video empieza con imágenes de Hollande antes de mostrar a Gourdel arrodillado con sus manos en su espalda, rodeado de cuatro milicianos armados y encapuchados.

Uno de los yihadistas lee una proclama en la que el grupo reafirma su lealtad al líder del EI, Abu Bakr Al Baghdadi, y denuncia las intervenciones de los "cruzados criminales franceses" contra musulmanes en Argelia, Mali e Irak.

Luego uno de los hombres sostiene en alto lo que parece ser la cabeza de Gourdel.

El presidente francés confirmó horas después la autenticidad del video.

"Hervé Gourdel murió porque era francés, porque su país, Francia, combate al terrorismo, porque representa a un pueblo, el nuestro, enamorado de la libertad, que defiende la dignidad humana frente a la barbarie", dijo Hollande a periodistas en Nueva York, antes de dar su discurso ante la Asamblea General de la ONU.

"Mi determinación es total. Continuaremos luchando contra el terrorismo en todos lados y, principalmente, contra el grupo Daesh (acrónimo en árabe del antiguo nombre del EI) que propaga la muerte en Irak y Siria, persigue minorías religiosas, viola y decapita", prosiguió.

"Las operaciones militares aéreas seguirán todo el tiempo que sea necesario. Quiero que se tomen todas las medidas para garantizar la seguridad de nuestros compatriotas en Francia y en el resto del mundo", agregó.

Hollande insitió con esta posición en su discurso ante la Asamblea General.

Francia "vive una prueba con la asesinato de nuestro compatriota, pero no cederá jamás al chantaje. La lucha contra el terrorismo va a seguir, con el respeto a la ley y la soberanía de los estados", señaló el presidente francés.

Francia comenzó sus bombardeos en Irak el viernes pasado, convirtiéndose en el primer país en sumarse a la campaña de ataques aéreos contra el EI en ese país iniciada el mes pasado por Estados Unidos.

Francia ha descartado bombardear también al EI en Siria, donde Estados Unidos y países árabes de Medio Oriente lanzaron ayer sus primeros ataques aéreos contra el EI.

El grupo sunnita controla extensos territorios en Siria, donde combate para derrocar al gobierno alauita del presidente Bashar Al Assad, y en Irak, donde busca derribar al gobierno chiita local.

Estados Unidos dice que 50 países ya se sumaron a su coalición contar el EI, que fue formada luego del alarmante avance del grupo en Irak y Siria y del estupor que causaron sus brutales acciones, incluyendo decapitaciones y crucifixiones de cristianos y miembros de otras minorías religiosas que se negaban convertirse al islam.

En represalia por los bombardeos en Irak, el EI decapitó en el último mes a dos periodistas estadounidenses y a un rehén británico que habían sido secuestrados en Siria en 2013.

En un discurso ante el Parlamento durante una sesión sobre Irak, el primer ministro francés, Manuel Valls, reiteró hoy que su país no cederá al chantaje.

"Si mostramos debilidad frente a esta amenaza, alentaremos a estos cobardes cobardes a continuar con su tarea de muerte", señaló.

"Seguiremos comprometidos el tiempo que se necesite", agregó, aunque insistió en que el rol de Francia se limitará a ataques aéreos y que no enviará tropas terrestres.

Gourdel había llegado a Argelia el sábado y fue secuestrado al día siguiente mientras practicaba senderismo en el Parque Nacional Djurdjura, en la norteña región de la Cabilia, cuyos densos bosques y bellos lagos eran hace años una gran atracción turística.

En la década de 1990, Argelia, una ex colonia francesa, libró una sangrienta guerra contra islamistas radicales que luego juraron lealtad a Al Qaeda y cuyas acciones quedaron limitadas a la Cabilia y otras remotas zonas montañosas, donde se dedican a atacar a soldados y policías.