El destino fue repentinamente esquivo. Tenía todo para ser el 9 de la selección Argentina. Era el socio ideal de Lionel Messi dentro y fuera de la cancha. Pero el destino le jugó una mala pasada. un problema cardíco, un dolor de pecho en pleno partido y los médicos que casi, lo forzaron al retiro.

pero el Kun tiene un alma inquebrantable. Y jamás se fue, siempre estuvo, apoyando acompañando a sus ex compañeros, discutiendo con los neerlandeses en los cuartos de final, defendiendo a su amigo Lionel.

La presencia de Agüero fue fundamental para este plantel. Líder positivo, apoyo, experiencia y alegría de un grupo extraordinario, del que el Kun fue uno más, pero uno fundamental.