La histórica final del Mundial '78

Fue un partido épico. Más allá de contexto político, Argentina enfrentaba en una final al mejor equipo de la década y uno que, sin haber sido campeón, sigue siendo recordado por su apodo: “La Naranja Mecánica”. 

De local, en el estadio de River Plate, la Argentina se consagró por primera vez campeón del mundo, frente a Holanda, hoy, Países Bajos. El partido fue dificil, el equipo nacional se puso en ventaja con un esforzado gol de Mario Kempes que definió tirándose al piso ante la salida apresurada del arquero, a los 38 del primer tiempo.

En la segunda parte, Argentina aguantó y Holanda se vino. A los 15 minutos de esa etapa, ingresó el gigante Dick Nanninga, que a falta de 8 minutos hizo lo único podía, ganar de cabeza y clavar el empate. Y cuando se jugaba el descuento, un tiro libre largo desde la mitad de la cancha, vacila el central Luis Galván y Resenbrink le gana la espalda y dispará ante Ubaldo Fillol. La pelota dio en el palo, la Argentina se salvó y fue al alargue.

Cuando agonizaba el primer tiempo de dicho alargue, otra vez Kempes, fue a discutir un balón largo contra el arquero Jan Jonbloed, llegaron casi al mismo tiempo, la pelota saltó hacia arriba, Kempes se incoporó como un resorte y frente a dos defensores que llegaban, levantando la pierna, la  empujó al gol con la suela.

En el segundo tiempo del alargue todos estaban fundidos, los holandeses iban por obligación, pero Argentina manejaba mejor los tiempos y preparaba la contra, que se concretó a los 10 minutos, y terminó con un golazo de Daniel Bertoni, después de que Kempes volviese a atropellar a media Holanda, y selló el 3 a 1.

Hubo otros partidos luego en mundiales entre ambos, menos épicos,  claro. Holanda dejó afuera a la Argentina en 1998 con un gol en el último minuto después de la expulsión de Ariel Ortega. Nuestra selección dejó afuera a Holanda en cuartos de final de 2014 por penales. Pero aquella gran final contra la “Naranja Mecánica”, marcó la historia.