Ivoskus: "el mercado de la grieta se va a llevar el 80% de los votos en las próximas elecciones"
El Consultor político Daniel Ivoskus habló en exclusiva con Continentalweb. "El gobierno tiene que mejorar su comunicación", dijo. Por Horacio Minotti y Matías Pena.
Daniel Ivoskus es consultor político. Fue diputado provincial entre 2015 y 2019, pero hace casi 20 años se dedica a la consultoría y es además presidente de la Cumbre Mundial de Comunicación Política, conduce el programa "El Bunker", y recorre el mundo hablando sobre política, comunicación y organizando inmensos eventos con los mejores comunicadores de habla hispana.
Ivoskus dialogó, en exclusiva, con Continentalweb y empezamos con el próximo proceso electoral: "En primer lugar, para el gobierno y para la oposición, entendida como Juntos por el Cambio, el negocio es que siga existiendo la grieta. El negocio, la rentabilidad electoral está en profundizar la grieta. ¿Cuánto se lleva esa grieta? En una elección puede ser el setenta y cinco, ochenta, u ochenta y cinco por ciento.
Lo que es seguro es que no hay lugar para terceras opciones que vengan a ser "blandos" adentro de la grieta pero sí hay lugar para gente y posturas del mercado electoral que estén fuera del sistema.
Este sistema está comprobado que no funciona. Algunos dirán la pandemia económica de Macri y otros dirán la pandemia sanitaria de Alberto Fernández con los cierres, la economía y la debilidad para poder resolver los problemas de la pandemia. Ahí los que se plantean como anti sistema puede que vean una oportunidad. Tal vez lo más claro en la Provincia de Buenos Aires y en la Ciudad de Buenos Aires sean Espert y Milei como hoy personajes que emergen como anti sistema. Habrá q ver si surgen otros o ellos dos logran capitalizar ese descontento en un elección legislativa.
El mercado de la grieta se va llevar aproximadamente el ochenta por ciento del electorado en argentina.
¿Que fortalezas y que debilidades le ve al gobierno?
El oficialismo marca su fortaleza fundamentalmente en la política. Lo que no le puede pasar al oficialismo es que esta coalición de gobierno compuesta por el presidente Fernández y lo que va construyendo Cristina Fernández de Kirchner como gran estratega e iniciadora de este proceso y el equilibro y la diferencia que aportó Sergio Massa como fortaleza que no tenga flexibilidad.
De hecho en la última foto la de Ensenada, se vuelven a cometer errores comunicacionales innecesarios, errores no forzados. Era una foto para ratificar que esa fortaleza que tiene el Frente de Todos sigue vigente.
La alianza de gobierno debe trabajar y construir en la credibilidad y en la confianza. La pandemia ha golpeado la credibilidad y la confianza por los vaivenes permanentes, las contradicciones y la poca transparencia en la comunicación. Ha sido un problema muy grande porque en este contexto es muy importante no tropezar de manera permanente ya que los gestos también importan.
Hay momentos donde la sociedad argentina pareciera que sale de los escenarios de incertidumbre para entrar en un escenario de pesimismo. Esto es un problema claramente para el gobierno y después es el día a día, el revalorizar la palabra presidencial diariamente y la estrategia, la ruta que lo lleva a un puerto mejor a los argentinos es uno de los grandes desafíos del gobierno.
Además, tiene la meta y la necesidad de construir equipos más competitivos. Daría la impresión de un gabinete débil y que falta equipo. Esta autosuficiencia que pareciera tener el presidente actuando como Jefe de Gabinete, una función que le quedaba muy cómoda requiere la necesidad de equipo.
Tiene el desafío de la construcción de equipo político y un equipo comunicacional. Deben administrar a los ministros porque tienen que tener una mayor presencia en la agenda pública, en el formato de voceros para dar las noticias buenas y también las malas. Y tratar de detener este paso de la incertidumbre a pesimismo, llevando certidumbre.
En Todas las elecciones presidenciales que hemos tenido en pandemia al oficialismo le ha ido muy mal. En República Dominicana, después de veinte años, el oficialismo pierde. Es cierto que ya venía golpeado pero la pandemia lo aceleró. Lo mismo en Bolivia donde habían sacado a Evo Morales después de haber ganado las elecciones, suben y toma el gobierno una facción política con representación parlamentaria y parecía que funcionaba, pero vino la pandemia, llaman a elecciones y terminan ganando los que habían sacado.
En Estados Unidos antes de la pandemia nadie dudaba que se encaminaba a la reelección de Trump pero Biden termina siendo el presidente con más votos en la historia de los Estados Unidos.
También lo de Perú, donde el presidente Vizcarra hasta tiene que dejar el cargo ya que la pandemia se lleva puesto al gobierno, deja y ahora estamos en la previa de una segunda vuelta de hiperpolarizacion.
El tema de Ecuador donde Lenin Moreno se va con casi un noventa y cinco por ciento de imagen negativa y reprobación a la gestión, sin poder poner un candidato a la sucesión entre quince posibles.
El oficialismo debe tomar estos recaudos a pesar que son elecciones legislativas y tiene que enarbolar ya no en conferencias de prensas si no tiene que haber un desafío de liderar un proceso frente a una pandemia para empezar a tener más certidumbre a la hora de comunicar.
¿Y la oposición?
Para Juntos por el Cambio es un escenario ideal el seguir avanzando sobre la grieta y en el contraste y en la confrontación de manera directa y extrema con el gobierno. Ta vez el caso más resonante en este cambio es el de Horacio Rodríguez Larreta para empezar a confrontar cuando el gobierno también decide confrontar.
Tengamos en cuenta que las elecciones legislativas son 24 lecciones en Argentina. No hay una categoría que unifique en la próxima elección. Me parece que Juntos por el Cambio tiene una gran oportunidad al no haberse suspendido las PASO.
El no cambio de las reglas electorales, más allá de los cambios de fecha les da una oportunidad de definir reglas claras de juego y la posibilidad de buscar nuevos liderazgos. Las PASO te dan la oportunidad de definir. Yo me imaginaria una gran PASO con muchas alternativas para el electorado. Alternativa radical, alternativa más de centroizquierda y alternativa con posturas más extremas.
En definitiva que sea la gente quien lidere ese proceso con reglas de juegos claras que permitan la inclusión de las distintas minorías que deje la elección. Tienen una gran oportunidad de comenzar a unificar algo que hoy a priori parece muy desordenado entre duros y blandos, entre los extremos y los que hablan del centro y entre los moderados y los radicalizados.
Es una buena opción para que crezca esta fuerza a partir de utilizar un sistema electoral que al no poder hacer lo que hicieron mientras fueron de gobierno desde la definición de candidaturas por cercanía, por conveniencia, o por afinidad, las PASO podrían darle mucho volumen político para enfrentar mejor la elección legislativa.
Por ejemplo las internas en la Unión Cívica Radical en la Provincia de Buenos Aires donde después de muchísimos años de no tener una interna van a una interna, van a una confrontación, le dan volumen al partido y lo ponen en la imagen pública para discutir determinados proyectos y le dan una visualización. Todos adentro con las PASO buscando definir liderazgos que puedan darle mayor volumen político a la oposición.
¿Qué evaluación hace del desempeño de Bolsonaro y su relación con la reaparición de Lula después que se desactivaron las causas judiciales? ¿Es posible una confrontación directa entre ellos? ¿Qué podría pasar?
El desempeño de Bolsonaro no me gusta. Me parece una copia de modelo y es un producto de marketing. Le gusto mucho lo que hacia Trump en Estados Unidos. Vio una oportunidad y aprovecho un momento de debilidad política que tenia Brasil con grandes escándalos públicos y con un Lula comprometido con la justica al igual que Dilma. Todo eso le permitió llegar.
Creo que exagera demasiado, los números no son favorables para Brasil y empieza a perder aliados en toda la región. Cada día pareciera estar más solo. Por otro lado está Lula donde el tribunal supremo anula todas sus condenas y nuevamente el líder del partido de los trabajadores ya avisó que podría postularse si fuera necesario para derrotar a un fascista y genocida, según dijo.
Lula también menciona que se presentaría a una elección para que Brasil recupere sus derechos políticos. Bolsonaro tuvo eficacia comunicacional pero lo que le sirvió para una elección no quiere decir que le sirva para la próxima. Sabiendo que Brasil va hacer un sistema de grieta profunda ahora con la posibilidad de Lula de presentarse y poder participar en ese proceso, seguramente tenga que hacer un trabajo de unificación de sectores, pero va ser por contraposición, algo similar a lo que sucedió en Ecuador donde Lasso con veinte puntos en primera vuelta termina ganando solamente 52 a 48 pero solamente con un 32 % de la población ecuatoriana diciendo que no gane Correa y tal vez no lo une el amor en este caso a Bolsonaro y a Lula , pero sí el espanto del que está en frente.
¿Cómo ves el diseño político que viene en España después del triunfo de Ayuso en Madrid y el retroceso de Podemos?
El caso de Ayuso y el triunfo en Madrid es un caso para estudiar. El triunfo en Madrid no significa un triunfo en toda España y tampoco significa que haya ganado el PP. De hecho Madrid venía siendo uno de los bastiones del partido popular y va a empezar a intentar jugar, como paso cuando Obama ganó en Estados Unidos, cuando ganó Trump con ese sistema tan reaccionario o rupturista en términos de comunicaciones y posiciones radicalizadas en cuanto a la política.
Similar a lo que pasó inclusive cuando Mauricio Macri fue presidente en la Argentina en cuanto a la incorporación de nuevas plataformas digitales para la comunicación y el tema de las redes sociales.
Fue como una moda pero lo raro y concreto es que, en el caso del triunfo de Ayuso, es que ella fue la candidata y tomó posturas muy claras en determinados momentos. Podría decirte que el hartazgo pandemico que sufrió España con tantas restricciones donde nacen gran parte de los problemas, le abrió una clara posibilidad de consolidar liderazgo y por otro lado de marcar diferencias con la situación de la pandemia que estaba viviendo España con el encierro, con los toques de queda y con temas que requerían, tal vez, una participación política distinta en la capital del gobierno de Pedro Sánchez.
Me parece que es ella, es Ayuso, esto no se replica en todo el país y tendremos que ver si el Partido Popular tiene la habilidad de capitalizar nacionalizar el triunfo de Madrid.
En el caso de Podemos e Iglesias creo que el problema más grande que tienen es que perdieron la identidad, su razón de ser. Se fueron desgastando, toda esa frescura, todo eso nuevo que potenciaba a la izquierda y cuando tuvieron sus escándalos privados. Eso golpea directamente en su principal base de crecimiento y sustentación el tema de la transparencia fue fuerte.
Leí el otro día en un periódico que mencionaba “Pablo Iglesias decide dejar la política”. Yo creo que la política lo deja a Pablo Iglesias por desaciertos por estrategias tal vez difíciles de entender y inclusive tal vez de excesos de personalismos.
Sí es un problema para la izquierda porque a las coaliciones de izquierda les quita tal vez esa frescura o tal vez que no simpatizaba por ejemplo con el partido socialista pero podía encontrar en Podemos una alternativa distinta pero que vuelque el lado de la balanza de la izquierda junto con la centro izquierda. Hay un desafío por ver cuál es el futuro pero los desaciertos y la pérdida de identidad de Podemos y Pablo Iglesias son los que marcaron lo que te mencioné y que la política lo dejó encerrado en sus propios errores y contradicciones.